Madrid | EFE.-
El exgeneral chavista Hugo Carvajal, en prisión provisional en España tras ser detenido en abril en Madrid, contrató un nuevo abogado para que lleve su defensa, lo que causó la suspensión de la declaración a petición propia que había sido señalada para este lunes, informaron fuentes jurídicas.
El nuevo abogado de Carvajal es Antonio José García Cabrera, conocido en España por defender a José Villarejo, un antiguo importante jefe policial que se encuentra en prisión preventiva desde hace 18 meses acusado de distintos cargos relacionados con la corrupción.
El letrado acudió este lunes a la Audiencia Nacional para comunicar al juez Alejandro Abascal, que lleva el caso, el cambio en la defensa del exgeneral chavista.
Tras entrevistarse en los calabozos de la Audiencia Nacional con su cliente, que había sido ya trasladado desde prisión para esta comparecencia, García Cabrera alegó ante el juez que tenía que instruirse sobre los motivos por los que EEUU reclama su extradición antes de decidir sobre la conveniencia de prestar una nueva declaración.
Antes de cambiar de abogado, Carvajal pidió comparecer a petición propia con el objeto de aportar información relevante sobre Venezuela.
El exgeneral, de 59 años, fue uno de los hombres de confianza de Chávez
Tras su arresto en abril fue puesto a disposición del juez Abascal, ante quien afirmó que la reclamación de EEUU contra él por narcotráfico y blanqueo de capitales se basa en acusaciones falsas y responde a motivos políticos por la información de que dispone sobre la época de gobierno de Hugo Chávez.
Se negó por tanto a ser a ser entregado a las autoridades de Washington y explicó que su salida de Venezuela hacia España fue para huir del país ante la situación política que atraviesa.
El exgeneral chavista apoyó en febrero a Juan Guaidó e hizo un llamamiento a sus compañeros militares para rebelarse contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Carvajal, que fue jefe de la contrainteligencia militar de Venezuela en tiempos de Hugo Chávez, está reclamado por EEUU por participar supuestamente en el envío de 5.600 kilos de cocaína, un cargamento que no llegó a entrar en ese país al quedarse en México por un problema técnico de un avión.
También lo vinculan con la guerrilla colombiana de las FARC, pero él negó ambas acusaciones y solo admitió haber participado en una negociación para liberar a un empresario venezolano, operación que se saldó con éxito.
Según su versión, la reclamación de EEUU responde a motivaciones políticas, puesto que él tiene mucha información del gobierno del presidente venezolano fallecido Chávez, en concreto de sus más de siete años al frente de los servicios de contrainteligencia militar (Dgcim) de 2004 a 2011.
EEUU lo acusa también de haber lavado dinero de la droga junto a Pedro Luis Martín Olivares, un antiguo cargo del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), que el Tesoro norteamericano incluyó el pasado año en su «lista negra» de narcotraficantes.
De ser finalmente extraditado y juzgado, Carvajal se enfrenta en EEUU a una petición de pena de entre 10 años de cárcel y cadena perpetua.