Managua | EFE.-
El expresidente de El Salvador Mauricio Funes, acusado por la supuesta malversación de más de 351 millones de dólares del presupuesto estatal, recibe un salario de la Cancillería de Nicaragua, informó este lunes el periódico digital nicaragüense Confidencial.
Funes (2009-2014), quien se encuentra asilado en Nicaragua desde septiembre de 2016, y uno de sus hijos, Diego Roberto Funes Cañas, aparecen en la plantilla del Ministerio nicaragüense de Relaciones Exteriores, según ese medio dirigido por Carlos Fernando Chamorro, hijo de la expresidenta nicaragüense Violeta Barrios (1990-1997).
Funes recibe un salario de 90.080,46 córdobas (2.737 dólares) y su hijo 47.250 córdobas (1.436 dólares), según el medio digital, que publica copia de la planilla y el número de seguro social asignado a ambos.
El expresidente salvadoreño confirmó que trabaja como consultor en Managua y en un mensaje en su cuenta en la red social Twitter, que luego eliminó, criticó al periodista Chamorro por haber hecho la publicación.
«No veo por qué tanto escándalo con lo de mi consultoría en Managua. Primero, fui Presidente y tengo la experticia necesaria para asesorar en temas de integración» Centroamericana, explicó en otro tuit.
«Segundo, eso demuestra que me gano la vida honradamente y que no es cierto que el gobierno del FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional) me mantiene», agregó.
El primero en informar de que uno de los hijos de Funes trabajaba como «técnico» en la Cancillería de Nicaragua fue el presidente electo de El Salvador, Nayib Bukele, quien en un tuit respondió a una crítica del exmandatario.
«Me imagino que cuando @FunesCartagena critica las amplias credenciales de nuestra Canciller, es porque su hijo Diego Funes, quien trabaja en la Cancillería Nicaragüense, ha de haber sido contratado por pura meritocracia», escribió Bukele.
Funes, en otro tuit, defendió a su hijo y dijo que no se pueden comparar «las exigencias profesionales de una Canciller con las de un técnico de Relaciones Exteriores», y que estaba seguro que su hijo «conoce más del área que Alexandra Hill (futura Canciller de El Salvador) y jamás cometería el desatino de justificar los insultos» del presidente estadounidense Donal Trump a su país.
«Sí claro, meritocracia le dicen. Disfruta el whiskey Wicho, te quedan 118 días» en Nicaragua, replicó Bukele, quien aseguró que «usualmente no le presto atención al prófugo, pero esta estaba demasiada buena».
Y en un nuevo tuit, que compartió con la información de que también Funes recibe salario del Estado de Nicaragua, Bukele se preguntó: «¿Queda algún salvadoreño que apoye a este ladrón?».
El expresidente de El Salvador, investigado en su país por supuesta corrupción, solicitó asilo político al Gobierno de Daniel Ortega el 1 de septiembre y, un día después, el Gobierno nicaragüense le brindó una respuesta positiva.
El asilo político también fue extendido a la compañera de Funes, Ada Michell Guzmán Sigüenza, y sus hijos Carlos Mauricio Funes Velasco, Diego Roberto Funes Cañas, y Mauricio Alejandro Funes Guzmán, según la información oficial nicaragüense.
Según la Fiscalía salvadoreña, Funes formó en la Presidencia una red con la que desvió fondos a 8 cuentas bancarias particulares y de las que se sacaron más de 292 millones en efectivo.
También es procesado por el supuesto pago de sobornos al exfiscal general Luis Martínez para evitar investigaciones, malversar fondos de la construcción de una represa, revelar un documento secreto del Gobierno de Estados Unidos y evasión de impuestos