En la recóndita Amazonía brasileña, los indígenas ticuna festejan el triunfo de Lula

Por: Lionel ROSSINI con Ramón SAHMKOW en Brasilia.-

En el extremo occidental de la Amazonía, en la misma región donde asesinaron en junio al periodista británico Dom Phillips y al experto Bruno Pereira, los indígenas Ticuna están pendientes de la televisión: cuando se anuncia la victoria de Lula, se escuchan vítores y empiezan los fuegos artificiales.

El exmandatario izquierdista de 77 años gobernará por tercera vez al gigante suramericano tras derrotar al presidente Jair Bolsonaro por un muy estrecho margen, tras obtener el 50,9% de los votos frente a 49,1% del líder ultraderechista, de 67 años.

Pero en la reserva Umariaçu 2, una aldea de casas mayoritariamente de madera y techo de zinc en el extenso estado de Amazonas, en la frontera con Perú y Colombia, su victoria fue holgada.

En el municipio Tabatinga -que abarca esta reserva indígena- Lula venció con el 66,93% a Bolsonaro, quien se ganó el rechazo de comunidades originarias de la Amazonía por su negativa a demarcar nuevos territorios para su preservación, el impulso del agronegocio y el desmantelamiento de instituciones que protegían a los indígenas.

«Estaba muy nerviosa esperando el desenlace, pero cuando llegó y Lula ganó, me sentí muy feliz, porque sé que Lula dará muchos buenos resultados para el Estado porque es diferente de Bolsonaro», dice a la AFP Nágela Araújo Elizardo, concejal indígena de Tabatinga.

De Lula espera mejoras en las 57 comunidades indígenas del municipio. «Pero lo primero que tiene que cambiar es la presidencia de la Funai», afirma, en relación a la gubernamental Fundación Nacional del Indio, que fue debilitada por Bolsonaro.

En las aldeas Umariaçu 1 y 2, hogar de unos 12.000 indígenas ticunas, los vecinos siguieron el escrutinio de votos agolpados frente a los televisores de sus casas hasta escuchar el anuncio de la victoria de Lula.

En las calles, las motocicletas tocan bocinas mientras cruzan con banderas del Partido de los Trabajadores del exlíder obrero. Los niños acompañan a sus padres en las celebraciones, animadas con música ticuna.

Una mujer hace con la mano la «L» de Lula.

«Comunidad de fiesta»

Luz Marina Honorato dice sentirse doblemente incluida en los planes de Lula.

«He seguido a Lula desde hace mucho tiempo. Su principal propuesta cuando habla de los indígenas es los derechos de las mujeres, que no solo los hombres tienen derechos, ¿verdad?», dice la maestra ticuna, de 53 años.

En su primer discurso como presidente electo, Lula prometió combatir la deforestación, que se disparó más de 70% durante los cuatro años de gobierno de Bolsonaro, según datos oficiales.

No lejos de las aldeas Umariaçu fueron hallados los cuerpos del periodista británico Dom Phillips y el indigenista Bruno Pereira. Pescadores ilegales en tierras indígenas fueron sus presuntos asesinos.

En 2019 el jefe de la lucha contra la caza furtiva de la FUNAI en la región fue asesinado en Tabatinga.

«Sufrimos cuatro años y no teníamos salida. Ahora mi comunidad está de fiesta», afirma a la AFP Sebastião Ramos Nogueira, presidente del consejo general del pueblo ticuna de Rio Solimões.

«Realmente logramos elegir a nuestro presidente que ya hizo algo para nosotros en su primer y segundo mandato» (2003-2010), dice el dirigente de 57 años, que llevaba un tocado de plumas amarillas y azules.

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