Inacción del Gobierno Federal en la búsqueda de los asesinos de periodistas

Por Jorge Martínez Cedillo/Pascacio Taboada Cortina | Ciudad de México.-
  • Están matando a más comunicadores en el país mientras que el presidente decide desaparecer el Fideicomiso para Defender al Periodista
  • Habrá que acudir a las instancias internacionales lo que significa descrédito para las instituciones gubernamentales mexicanas

Con todo el ataque a la prensa nacional, los ciudadanos se preguntan ¿dónde está la Fiscalía General? ¿dónde está el fiscal Alejandro Gertz Manero?, ¿Sigue en defensa de las herencias de su hermano y de la Universidad de las Américas? Hasta ahora nada hay de resultados que indiquen que esté haciendo algo para encontrar a los criminales de más de 50 periodistas en varios estados de la República. Ignora que su jefe, el Presidente López Obrador, todos los días habla de que “no hay impunidad”.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos despliega todos sus esfuerzos en informar sobre actos de corrupción y de sus conflictos laborales, de abuso en la propia CNDH, que trabajar en una de sus principales encomiendas: proteger a la comunidad periodística.

El mecanismo de protección a periodistas de la Secretaría de Gobernación, está en absoluto, inactivo. Están matando a más periodistas y a defensores de los derechos humanos, mientras que el presidente López Obrador decide desaparecer el Fideicomiso para Defender al Periodista.

Las instancias nacionales han resultado omisas y rebasadas, lo cual obliga acudir, por necesidad, a las instancias internacionales. Esto, necesariamente tiene que ocurrir, porque no se encuentra respuesta en México de sus autoridades.

En los hechos, el recurso de acudir a las instancias internacionales significa descrédito para las instituciones gubernamentales mexicanas. Sin embargo, no debe pasar desapercibido que las declaraciones del propio Presidente de la República, que viola la Constitución cuando públicamente da a conocer sueldos que supuestamente ganan determinados periodistas, con cifras exageradas e imprecisas por venganza y en defensa de sus familiares, haciendo uso, incluso de medios de comunicación oficiales, no queda otro camino que acudir a organismos internacionales para defender la integridad de los periodistas.

Se ha iniciado una etapa de desgaste de la figura presidencial y del gobierno en su conjunto. Cotidianamente surgen críticas a los neoliberales, los conservadores, los medios de comunicación, y de exaltación de los programas sociales, de inversiones muy cuantiosas para las obras “insignia”, como “Dos Bocas”, Tren Maya y aeropuerto “Felipe Ángeles”.

Para resarcir su popularidad venida a menos a raíz del proceso electoral de junio de 2021, y terminar su sexenio con la garantía de heredar un esquema de continuidad de la llamada 4T –en este sexenio y en el que sigue—el Presidente López Obrador ha optado por reconstruir un “pacto cívico militar”, capaz de convertir al ejército en su fiel aliado. En lo que va de su gobierno, ha recibido un incremento del 80 por ciento de recursos fiscales, al grado de que “no hay que preguntar dónde está el dinero de la ciencia, de la cultura, del arte, de la salud…” “Sin duda está en la Secretaría de la Defensa, en Marina y en la Guardia Nacional”.

Otro tema que ha mostrado sus efectos en la economía mexicana, es la falta de certidumbre para las inversiones nacionales y, sobre todo, extranjeras, con el resultado de la falta de empleo e ingresos en los tres sectores que integran nuestra economía: el sector privado, el público y el sector productivo del campo.

Reordenar la economía, no es fácil, sobre todo porque nada se ha hecho para recuperar el crecimiento. La inflación reflejada en la canasta básica, el gas, electricidad, renta de casa-habitación, etc., se agrava por la existencia de 15 millones de personas que no cuentan con un empleo, a lo cual se une la incorporación de 4 millones de hombres y mujeres en estado de pobreza.

El Tren Maya está resultando una obra de muy alto costo económico y ambiental. Se estima que ha duplicado las inversiones originales y una gran destrucción de Selvas Tropicales; el impacto ambiental es irreversible. La inversión inicial se estimó en 140 mil millones de pesos, en tanto que el avance indica que, ahora, van ejercidos alrededor de 200 mil millones, sin que se tenga previsto el tiempo de conclusión.

Con el famoso “Decreto” ordenado por el propio Presidente, calificado de “seguridad nacional”, se han cometido abusos mediante la ocupación de extensiones ejidales, sin la respectiva indemnización a ejidatarios y comunidades. Esta es la verdadera intención del “decretazo”: eliminar determinados obstáculos, sin reparar en límites relacionados con “imponderables”.

“Lo mismo” –una expresión que utiliza López Obrador con frecuencia—ocurre con la construcción de la refinería de “Dos Bocas”. Pobre Tabasco. Los ganaderos talaron toda la selva tropical a ras, suponiendo que, si la convertían en pastizales, sus ingresos serían cuantiosos. Pero ahora en cada temporada de lluvias, todo se inunda. Ya no hay CUBIERTA VEGETAL. Complementaron la tala los grandes productores de plátano. Bueno, “de lo perdido, lo que aparezca”.

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