La agricultura, una actividad esencial con enorme potencial para contribuir a la lucha global contra el cambio climático, coinciden ministros y expertos en Cumbre África-Américas

En el debate participaron Hipólito Mejía, ex presidente de la República Dominicana y Embajador de Buena Voluntad del IICA; Eugenio Díaz-Bonilla, Investigador Visitante Senior del Programa IICA/IFPRI, Clarkie Lobin Bazwell Lowe, Ministro de Agricultura, Irrigación y Desarrollo Hídrico de Malawi; Zulfikar Mustapha, Ministro de Agricultura de Guyana; Fernando Mattos Costa, Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay; y Amadou Balde, Asesor Técnico Senior del Ministerio de Agricultura de Senegal.
San José, (IICA).-

La Cumbre África- América es un encuentro que propone sentar bases para una mayor colaboración entre los dos continentes ante las amenazas a la seguridad alimentaria global.

El agropecuario es un sector clave tanto para la adaptación al cambio climático como para la mitigación, por lo que los países de África y las Américas deben trabajar en el desarrollo del inmenso potencial que la producción de alimentos posee como parte de la solución al calentamiento global.

Así lo aseguraron ministros de los dos continentes y especialistas que se dieron cita en la “Cumbre África-Américas sobre Sistemas Agroalimentarios”, que tiene lugar en Costa Rica.

En el encuentro, que se propone sentar bases para una mayor colaboración entre los dos continentes ante las amenazas a la seguridad alimentaria global, participan ministros, viceministros y altos funcionarios de Agricultura, Medio Ambiente y Ciencia y Tecnología de 40 países.

Hipólito Mejía, ex presidente de la República Dominicana y Embajador de Buena Voluntad del IICA, y Eugenio Díaz-Bonilla, Investigador Visitante Senior del Programa IICA/IFPRI abrieron con sus exposiciones el debate titulado “Avanzando en la transformación de los sistemas alimentarios posteriormente a la Cumbre de Naciones Unidas 2021”.

También participaron Clarkie Lobin Bazwell Lowe, Ministro de Agricultura, Irrigación y Desarrollo Hídrico de Malawi; Zulfikar Mustapha, Ministro de Agricultura de Guyana y Presidente del Grupo de Trabajo Ministerial Especial sobre Producción y Seguridad Alimentaria de la CARICOM; Fernando Mattos Costa, Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay; y Amadou Balde, Asesor Técnico Senior del Ministerio de Agricultura de Senegal.

“Hoy la actividad agropecuaria enfrenta un contexto desfavorable, por una pandemia todavía no plenamente superada, agravada por el conflicto en Europa. Debemos pensar cuáles son los riesgos y oportunidades que tenemos. Enfrentar los desafíos significa aumentar las producciones y la productividad por unidad de superficie; también, asegurar la sostenibilidad ambiental”, sostuvo Mejía.

Mejía, quien además de presidente fue ministro de Agricultura de República Dominicana, afirmó que las zonas rurales no solo producen alimentos, sino que también construyen identidades y sentido de pertenencia para las comunidades.

“Para convertir desafíos en oportunidades -subrayó- es necesario articular la realidad de cada país con las necesidades globales, utilizando los recursos locales para generar exportaciones, apelando a las tecnologías de comunicación para aprovechar los nichos de demanda de lo que podemos producir y fomentando la participación comunitaria”.

“África y las Américas debemos dar un ejemplo de unidad e integración al mundo en este tiempo de crisis”, exhortó.

La necesidad de un plan

Díaz Bonilla señaló qué es necesario definir las metas que se quiere alcanzar por medio de la transformación de los sistemas agroalimentarios y enfatizó que tiene que haber objetivos cuantitativos, para luego diseñar instrumentos de política, costos y financiamiento.

“Hay grupos especiales que deben ser considerados para la transformación, como los pequeños productores, los grupos vulnerables, las mujeres y las juventudes. Será necesario articular la agricultura con la salud, con el medio ambiente y con la agroindustria y trabajar con el sector privado, además de articular con las agencias de desarrollo”, precisó Díaz Bonilla, profesional con más de 40 años de experiencia como economista y diplomático experto en temas de desarrollo y comercio que ha trabajado en diversos países.

Díaz Bonilla señaló que tanto África como América dependen mucho del ciclo de materias primas o commodities. “Cuando subieron las commodities crecimos y cuando cayeron dejamos de crecer”, reconoció.

Agregó que, en cuanto a los sistemas agroalimentarios, los países atraviesan dos procesos diferenciados, que son las hojas de ruta nacionales surgidas de la Cumbre de la ONU 2021 y las negociaciones de cambio climático. “El sector agroalimentario es fundamental para la adaptación y la resiliencia y, por lo tanto, las dos cuestiones no pueden estar separadas”, consideró.

El ministro Mattos dijo que el potencial enorme para aumentar la producción que existe en América Latina y África se ve alterado por un encarecimiento de los insumos, que debe enfrentarse con más investigación y más ciencia, siempre con el criterio de la sostenibilidad.

“Más biotecnología y más cooperación internacional es el camino que debemos recorrer. Una institución como el IICA tiene que jugar un rol muy importante, como lo demuestra este acercamiento entre dos continentes que están llamados a ser grandes proveedores de alimentos del mundo” agregó el ministro uruguayo.

El ministro de Guyana, Mustapha, advirtió que para consolidar la transformación de los sistemas agroalimentarios debe existir financiamiento. “La región aun presenta grandes desafíos en temas agroalimentarios. Algunos de ellos son infraestructura débil, mal mecanismo de financiamiento y la existencia de diferentes barreras al comercio intrarregional”, apuntó.

El ministro de Agricultura de Malawi puso el foco en la necesidad de involucrar a los jóvenes en la producción de alimentos para garantizar una transformación de los sistemas agroalimentarios hacia una mayor sostenibilidad.

“Los jóvenes -reconoció- piensan que los hemos dejado a un lado. Debemos involucrarlos y, como padres. debemos incluirlos, sino se van a unir a otros sectores y no a la agricultura. Debemos buscar a aquellos que están estudiando en los colegios y universidades para que se involucren en la agricultura”.

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