Ministros de Agricultura de África y América ponen en marcha agenda común con foco en innovación, sostenibilidad ambiental y rentabilidad de agricultores familiares

Zulfikar Mustapha, ministro de Agricultura de Guyana; Agnes Kalibata, ex ministra de Agricultura de Ruanda, enviada especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Cumbre de Sistemas Alimentarios 2021 y presidenta de AGRA; Manuel Otero, Director General del IICA; Hailemariam Dessalegn, ex primer ministro de la República de Etiopía y presidente de la junta directiva de AGRA; Tereza Cristina, Ministra de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil; Modibo Keita, ministro de Desarrollo Rural de Mali; Julián Domínguez, ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina; Erick Gatera, Asesor Técnico Principal del Ministerio de Agricultura y Recursos Animales de Ruanda; Luis Muñoz, Viceministro de Desarrollo Rural de Ecuador; Renato Alvarado, ministro de Agricultura y Ganadería de Costa Rica; Renato Gumbs, Director de Agricultura de San Vicente y las Granadinas; Fadel Ndiame, presidente adjunto de AGRA; Beverly Best, directora de Relaciones Externas e Institucionales del IICA; y Ariel Martínez, Subsecretario de Coordinación Política del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina, estuvieron entre los participantes del diálogo.
San José, Costa Rica, (IICA).- 

Ministros de Agricultura de África y América acordaron trabajar en conjunto para construir una agenda de cooperación, y coincidieron en que los dos continentes enfrentan desafíos y oportunidades comunes de cara a la transformación de sus sistemas agroalimentarios para hacerlos más sostenibles e inclusivos.

El acuerdo fue alcanzado durante la Primera Mesa Redonda de Alto Nivel de África-las Américas, convocada y organizada por la Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA, por sus iniciales en inglés) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y que llevó como título “Tendiendo Puentes para la Futura Cooperación en Materia de Sistemas Agroalimentarios”.

Los altos funcionarios que participaron en la actividad –realizada de manera virtual- coincidieron en que, más allá de las semejanzas y diferencias culturales e históricas que existen entre las Américas y África existe un reto único y común, el de construir una agricultura intensiva en conocimientos, con rostro humano, en alianza con el cuidado del ambiente y también con los ámbitos de la nutrición y la salud, ya que, coincidieron, es necesario producir más alimentos y de también de mejor calidad.

Para ello, acordaron construir a lo largo del año agendas que vinculen a las instituciones de asistencia técnica para el agro –en la que enfatizaron el papel clave de Embrapa de Brasil, del INTA en Argentina y de todos los organismos de investigación nacionales latinoamericanos y caribeños- y sus científicos y profesionales para profundizar intercambios, y propusieron la realización en el segundo semestre del 2022 de una cumbre ministerial de Agricultura África-América.

Entre los participantes estuvieron Agnes Kalibata, ex ministra de Agricultura de Ruanda, enviada especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Cumbre de Sistemas Alimentarios 2021 y presidenta de AGRA; Hailemariam Dessalegn, ex primer ministro de la República de Etiopía y presidente de la junta directiva de AGRA; Tereza Cristina, Ministra de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil; Julián Domínguez, ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina; Zulfikar Mustapha, ministro de Agricultura de Guyana, Renato Alvarado; ministro de Agricultura y Ganadería de Costa Rica; Modibo Keita, ministro de Desarrollo Rural de Mali, y Manuel Otero, Director General del IICA. Los moderadores fueron Fadel Ndiame y Beverly Best, representando respectivamente a AGRA y el IICA.

Durante la reunión quedó planteada la convocatoria a realizar durante este año una cumbre ministerial más amplia de los dos continentes, con eje en las cuestiones  de innovación –reiteradamente mencionadas durante esta mesa redonda- que se consideran indispensables para una mayor productividad y sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios, como la agricultura digital y las investigaciones en biotecnología.

Otros temas de interés común que surgieron del debate fueron la recuperación de los suelos degradados, el manejo eficiente del agua y la promoción de un comercio internacional de alimentos más abierto, más justo y más transparente.

La iniciativa de realizar este acercamiento entre las Américas y África surgió durante el largo camino preparatorio de la Cumbre de Sistemas Alimentarios realizada en septiembre pasado, explicó Agnes Kalibata, quien fue la principal articuladora de esa cita global que tuvo lugar en Nueva York.

“Agradezco a Manuel Otero por tender puentes entre los dos continentes, ya que, desde una perspectiva de la Cooperación Sur-Sur, tenemos desafíos comunes. Yo he visitado Brasil y otros países latinoamericanos y estoy convencida de que debemos aprender de ellos. Estoy impresionada con los avances que ha conseguido América Latina en investigación científica y en comercio”, dijo Kalibata.

“La Cumbre –agregó- nos dio la oportunidad de unir estos continentes para aprovechar lo mejor que nuestros países ofrecen. Es un momento perfecto para la Cooperación Sur-Sur y para aprender unos de otros. Vamos a demostrar que la cooperación internacional puede ayudarnos a alimentar a más personas y a cuidar mejor nuestro planeta, siendo productores responsables. Este encuentro es el inicio de una serie de compromisos”.

La Ministra Tereza Cristina coincidió en que hay espacio para una rica cooperación entre los dos continentes. “Es crucial considerar la agricultura y la seguridad alimentaria de forma conjunta, pensar en el comercio agrícola libre y justo y la sostenibilidad”, afirmó.

La ministra de Agricultura brasileña vinculó la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios con la necesidad de que el comercio internacional agrícola sea transparente y justo y fue crítica del “proteccionismo de los países desarrollados que ha obstaculizado la consolidación de una producción de alimentos más moderna y dinámica en los países en desarrollo”.

Tereza Cristina advirtió además que los países desarrollados deben reconocer que no hay un solo camino para la sostenibilidad y deben ser respetuosos del principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas en cuanto a las políticas de mitigación del cambio climático.

El ex premier etíope Dessalegn contó que su país ha trabajado en el combate contra el hambre, con resultados positivos, con la colaboración de Brasil, y reveló que los países africanos están ansiosos de intercambiar experiencias con naciones latinoamericanas y caribeñas.

“Las economías africanas han crecido en las últimas décadas, igual que sus sistemas agroalimentarios, a pesar de catástrofes como sequías e inundaciones y, últimamente, la pandemia de Covid-19. África carece como región de acceso a tecnologías modernas y herramientas mecanizadas que conduzcan a una variedad y calidad productivas y aumenten el porcentaje de tierra cultivable. Muchos de nuestros agricultores todavía son de subsistencia, por lo que la cooperación con América Latina y el Caribe nos permitirá mejorar la vida de nuestras poblaciones”, sostuvo.

Zulfikar Mustapha habló en nombre de los países de la Comunidad del Caribe (CARICOM) y señaló que uno de los desafíos comunes que enfrentan esa subregión y naciones africanas es su vulnerabilidad ante los desastres naturales favorecidos por el cambio climático. “Es muy positivo –afirmó- trabajar en conjunto en temas de interés común y uno de los primeros es la resiliencia”.

Argentina es uno de los países latinoamericanos que ya viene trabajando cerca de distintas naciones de África en temas como transferencia de biotecnología –ámbito en el que Argentina es reconocido mundialmente-, bioeconomía y desarrollo de lácteos y distintos cultivos, informó el ministro Julián Domínguez.

“Esta alianza entre IICA y AGRA nos da la posibilidad de profundizar el trabajo conjunto. Estamos muy interesados en aprender de la región y en transmitir las tecnologías que venimos desarrollando”, agregó.

Para el ministro Alvarado, uno de los temas centrales en los que deben trabajar en conjunto América Latina y el Caribe y África es en las transformaciones que permitan que los agricultores reciban el precio justo por su esfuerzo.

“No podemos –advirtió Alvarado- seguir con precios que están por debajo del costo de producción. Hoy, con aumento global de los precios de las materias primas y del transporte, es imperioso adecuar los precios de la producción agrícola. Los agricultores familiares no pueden ser de subsistencia; tienen que acceder a bienestar”.

En la misma línea, el ministro de Mali, Modibo Keita, reclamó un “mejor vínculo entre los productores y el mercado” que permita una mayor rentabilidad a los agricultores.

Keita reveló que en su país la principal preocupación es la escasez de lluvias debida al cambio climático y los desafíos que este escenario presenta para la sostenibilidad de la producción agrícola.

El Director de Agricultura de San Vicente y las Granadinas, Renato Gumbs, consideró que el comercio es el tema que une a los dos continentes. “Debemos ampliar nuestra red de socios”, dijo Gumbs.

Desde Ruanda, Eric Gatera relató el trabajo que se está realizando en ese país africano con el objetivo de atraer a los jóvenes a la agricultura. “Para eso tiene que haber un beneficio y una mejora en términos de estatus social, porque el sector agrícola generalmente no es atrayente para los jóvenes”.

Yomira Paz, desde Ecuador, contó que en su país se están implementando medidas de adaptación al cambio climático transversales, con enfoque de género.

El Director General del IICA hizo hincapié en la necesidad de más y mejor cooperación internacional frente a las complejidades del escenario global. “Ningún país se va a salvar solo en esta crisis. Necesitamos estar juntos para enfrentar problemas de naturaleza transversal. Todo tiene más sentido si construimos puentes. Y eso es lo que está haciendo el IICA: construyendo puentes entre actores, países, subregiones y también con otros continentes”, dijo  Otero.

“La Cumbre –agregó- puso a la agricultura al tope de la agenda mundial y nuestra responsabilidad es que no se caiga de allí. Necesitamos que el consenso se transforme en hechos que transformen la calidad de vida en las zonas rurales, que mejoren la rentabilidad de los agricultores y que favorezcan prácticas sostenibles. Para ellos necesitamos más cooperación Sur-Sur. Mi aspiración es que avancemos hacia una visión compartida y una agenda común”.

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