América afianza la reapertura pese a la previsible llegada del pico de la pandemia

Redacción Internacional | EFE.-

América comenzó este lunes una semana decisiva en la lucha contra el coronavirus ante la previsión de la llegada del pico de contagios en varios países del continente, donde los Gobiernos comenzaron a relajar, con cautela, las restricciones y las cuarentenas que han paralizado el empleo y la economía.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el número de muertos por el COVID-19 en el mundo supera ya los 238.000, mientras que las infecciones rondan los 3,34 millones (aunque más de un millón se han recuperado ya).

Mientras Europa, que este lunes aliviaba las medidas de confinamiento tras meses de restricciones por el coronavirus, sobrepasa el millón y medio de casos, América se sitúa en 1,4 millones de positivos al inicio de una semana en la que diferentes autoridades han previsto la llegada del pico de contagios.

ALREDEDOR DE 1,5 MILLONES DE CASOS Y 85.000 MUERTES

Estados Unidos se mantiene como el país con el mayor número de infecciones del mundo (más de 1,17 millones), seguido de España (unos 217.000) e Italia (211.000).

Además, Estados Unidos supera las 68.000 muertes por coronavirus y se sitúa también como el país con más fallecidos, seguido de Italia y Reino Unido, ambos con unos 29.000 decesos, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.

Dentro de América, los países más afectados después de EE.UU. siguen siendo Brasil (más de 105.000 infectados y casi 7.300 fallecidos), Canadá (unos 61.000 contagiados y 3.900 muertos), Perú (47.000 casos y 1.344 decesos) y Ecuador (unos 32.000 enfermos y 1.569 defunciones).

Tras ellos se ubican México (casi 24.000 casos y 2.154 fallecidos), Chile (20.600 infectados y 270 decesos), Colombia (unos 7.700 contagios y 340 muertes) y Panamá (más de 7.000 enfermos y 200 fallecimientos).

Con esto, el continente ronda ya los 1,5 millones de casos y las 85.000 muertes por el coronavirus.

EL INMINENTE PICO

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha alertado desde hace semanas de que la situación por el coronavirus iba a «escalar y empeorar» en América hasta llegar al pico de contagios, que varios Gobiernos han previsto para la primera o segunda semana de mayo.

Las autoridades sanitarias de México han estimado, de acuerdo con proyecciones matemáticas, que el 6 de mayo la pandemia alcanzará su pico máximo de transmisión en el país, siendo la capital la zona que hasta ahora reporta la mayor cantidad de casos, con 6.417 confirmados.

También en Puerto Rico, territorio de Estados Unidos donde hoy se dio paso a una reapertura gradual de la economía, el Gobierno ha previsto que esta semana se produzca el «pico» de casos tras reportarse 97 muertes y 1.843 contagiados.

En otras naciones, como Brasil, aún se ve lejano ese umbral. De hecho, el Ministerio de Salud y diversos análisis privados señalan que el país se mantiene lejos del llamado «pico» de la curva pandémica, que se espera que ocurra entre fines de este mes y principios de junio próximo.

Ante esas dudas, Sao Paulo, el foco de la pandemia en Brasil, postergó la posibilidad de relajar las medidas de restricción de la circulación de personas impuestas hace más de un mes.

SE ABRE LA ECONOMÍA PESE A TODO

La OPS ha advertido permanentemente de la necesidad de prudencia en la flexibilización al alertar que levantar de golpe las medidas de confinamiento traerá una nueva ola de contagios y recomienda evaluar cada 14 días si es necesario dar marcha atrás.

No obstante, este lunes varios territorios del continente avanzaban en su proceso de reapertura, en medio de las presiones económicas que vive la población a raíz de las restricciones de movilidad y las cuarentenas.

Así, siete estados de EE.UU. (Florida, Indiana, Kansas, Misuri, Nebraska, Carolina del Sur y Virginia Occidental) y Puerto Rico comenzaron a reabrir su economía, mientras que la Casa Blanca estima que el ritmo de muertes podría duplicarse hasta llegar a 3.000 al día, de acuerdo con información de medios locales que el Gobierno niega.

Estos territorios comenzaron a abrir algunos restaurantes, gimnasios y salones de belleza, aunque la reactivación está siendo gradual y cada estado está dictando sus propias reglas sobre qué negocios reabrir, en qué condiciones y cuáles mantener cerrados.

En tanto, Nueva York, el gran epicentro de la pandemia en EE.UU., considera que sigue «bajando la curva» por lo que trabaja en la reapertura por fases y regiones que comenzará el 15 de mayo, algo que California prevé hacer desde el próximo viernes.

Este mismo lunes, Canadá empezó también a relajar el confinamiento y las restricciones a la actividad económica, pese a superar la barrera de los 60.000 contagios de COVID-19, con 3.842 fallecidos.

Paraguay, que acumula 396 positivos de coronavirus, con diez fallecidos y 126 recuperados, arrancó asimismo la primera fase de su «cuarentena inteligente», como se conoce a la primera etapa de flexibilización de medidas, que permitió la reactivación de más del 50 % del sistema productivo.

El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, también anunció que a partir de esta semana el país ingresará en la etapa de «reapertura” tras 50 días en cuarentena por el coronavirus, que ha provocado la muerte de unas 17 personas y más de 703 contagios.

El propio Giammattei había señalado que el pico de la enfermedad se esperaba para las primeras dos semanas de mayo, aunque expertos ahora consideran que podría ser en junio.

Ese proceso ha sido más cauteloso en Ecuador, que comenzó hoy con mucho recelo una nueva etapa para pasar del aislamiento al distanciamiento social, tras reportar 1.569 fallecidos y 31.881 positivos por COVID-19.

El sistema en este país se ha denominado «semáforo» epidemiológico y fue ideado como estrategia para el levantamiento paulatino y regulado de las restricciones de confinamiento.

MEDIDAS ECONÓMICAS

Ante la crisis que no se detiene, el Departamento del Tesoro de EE.UU. anunció este lunes que planea una emisión de 2,99 billones de dólares de deuda desde abril hasta junio para financiar las medidas de estímulo destinadas a paliar los estragos de la pandemia del coronavirus.

Los 2,99 billones de deuda pública suponen casi el doble de lo que el Tesoro pidió prestado durante todo el año pasado, cuando emitió deuda por valor de 1,28 billones de dólares.

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