HRW critica la «temeraria» respuesta de presidente de Nicaragua a coronavirus

Nueva York | EFE.-

La organización de defensa de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) emitió este viernes un comunicado en el que tilda de «temeraria» la respuesta ante la pandemia del coronavirus del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, por no haber implementado restricciones de viajes y por haber convocado actos masivos.

«Ortega ha respondido a la pandemia del COVID-19 con políticas que contradicen descaradamente los consejos de los especialistas en salud a nivel global y ponen en riesgo la salud y la vida de los nicaragüenses», señaló en un comunicado la organización, que argumentó que el mandatario nicaragüense es el único de Latinoamérica que no ha hecho ningún anuncio público sobre cómo su gobierno abordará la situación.

El texto recuerda que la vicepresidenta del país y esposa de Ortega, Rosario Murillo, pidió a los ciudadanos que siguieran trabajando mientras que las autoridades han alentado la asistencia a escuelas y actos multitudinarios, y sólo han dispuesto medidas de cuarentena voluntaria para aquellos que llegan del exterior.

“Mientras el mundo hace frente a la pandemia más grave del último siglo, Ortega no ha aparecido públicamente y su Gobierno actúa temerariamente», destacó el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco.

“Con su irresponsabilidad ante esta crisis, Ortega pone en jaque la salud y las vidas de los nicaragüenses”, agregó.

Aunque en Nicaragua se han confirmado hasta el momento siete casos de COVID-19 y una muerte, los profesionales de la salud nicaragüenses han afirmado que en realidad se desconoce la cantidad total de casos y que es probable que sea mayor, dado que no se están haciendo pruebas generalizadas.

Además, los médicos de hospitales de todo el país indicaron haber derivado varios “casos sospechosos” para que se realizaran pruebas en el establecimiento Conchita Palacios del Ministerio de Salud, pero afirmaron que la institución ejercía un férreo control de la información y no había emitido ninguna declaración pública sobre la cantidad de pruebas realizadas ni los resultados, según HRW.

Los hospitales de Nicaragua tampoco cuentan con el número de profesionales necesarios, señala la organización, al haber despedido en 2018 al menos a 400 médicos, enfermeras y otros trabajadores de la salud durante las revueltas de la oposición que tuvieron lugar poco antes.

Sin embargo, en un documento al que tuvieron acceso medios locales a mediados de marzo, el Ministerio de Salud anticipaba que podía llegar a haber más de 32.500 casos de COVID-19 y 813 muertes en un lapso de seis meses, lo cual, denuncia HRW, «podría provocar el colapso de un sistema de atención de la salud que ya se encuentra debilitado».

Aun así «el gobierno de Ortega no ha adoptado medidas de emergencia ante la pandemia y ha mantenido abiertas las escuelas y permite que tengan lugar servicios religiosos y eventos para turistas», mientras que diversas fuentes locales también han señalado que el Gobierno desalienta el uso de mascarillas, incluso por parte de trabajadores de la salud, personal aeroportuario y policías, dice la organización.

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