Inmigrantes «atrapados» en un limbo migratorio y la «amenaza» del COVID-19

Tucson (AZ), EFE News.-

Los inmigrantes que esperan el resultado de su proceso de asilo en la frontera entre EEUU y México se encuentran «atrapados’ en un limbo migratorio y la amenaza del COVID-19, según dijeron algunos de ellos este jueves.

Edwin Pérez, un inmigrante originario de Guatemala lleva 30 días esperando junto a su hijo de 14 años en la ciudad fronteriza de Nogales, Sonora (México) y al igual que varios otros inmigrantes se encuentran atrapados en un limbo migratorio tras la suspensión hecha por la Administración del presidente Donald Trump de los casos de asilo debió a la pandemia del COVID-19.

«No sé cuánto tiempo más vamos a poder aguantar, las cosas están muy difíciles», dijo Pérez, de 32 años de edad y quien ofreció su testimonio durante un foro virtual organizado por la organización binacional Iniciativa Kino para la Frontera.

En el foro virtual varios inmigrantes ofrecieron su testimonio de cómo pasan sus días y los retos que enfrentan en la frontera.

Todos coinciden en que es prácticamente imposible conseguir empleo, y que deben deambular por las calles, con el riesgo que ello conlleva, debido a que no les permiten permanecer en los albergues durante el día para evitar la propagación del coronavirus.

Señalaron que en las calles la gente los mira con desconfianza por ser extranjeros, la mayoría provenientes de Guatemala, y algunas veces son abordados por la Policía local a causa de las órdenes de permanecer en casa.

Marcos Morales, originario de Guatemala, espera en la mexicana Nogales, junto a su hijo de 16 años de edad. Ambos tienen una audiencia programada para el 15 de mayo y esperan que ese día finalmente se les permita ingresar a EEUU.

Pero antes deberán encontrar los recursos para poder viajar a Ciudad Juárez, a unas 10 horas en autobús desde la frontera de Arizona, donde tienen programada su audiencia.

Los migrantes que dieron su testimonio dijeron tener familiares en Estados Unidos que han sido duramente afectados por la pandemia, y que la gran mayoría han perdido sus empleos.

Otros expresaron preocupación por sus familias en sus países de origen, donde enfrentan la falta de recursos económicos, la violencia y ahora los estragos del COVID-19.

Los miembros y voluntarios de la Iniciativa Kino para la Frontera, quienes operan un comedor al otro lado de la frontera, dijeron que cada día proporcionan desayuno y comida a unos 60 inmigrantes.

Llevan comida para un promedio de entre 200 y 250 personas pero debido al coronavirus piden que solo un miembro de la familia se presente en el comedor a recoger los alimentos.

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