Miami | EFE.-
La depresión tropical número 21 de la temporada de huracanes en la cuenca atlántica se formó este lunes muy cerca de la costa sur de Nicaragua y se pronostica que el sistema dejará intensas lluvias a su paso, pero no se espera su fortalecimiento «ya que estará tierra adentro pronto».
La depresión se encuentra a 35 millas (55 km) al sureste de Bluefields (Nicaragua) y presenta vientos máximos sostenidos de 30 mph (45 km/h).
Se desplaza lentamente hacia el oeste con una velocidad de traslación de 5 mph (7 km/h) y se espera que mantenga el movimiento oeste-noroeste «hasta que se disipe, probablemente mañana (martes)», al llegar a Nicaragua, señaló el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU en su boletín más reciente.
Se espera que la depresión tropical produzca totales de lluvia adicionales de 4 a 8 pulgadas (10-20 centímetros) en Nicaragua y de hasta 6 pulgadas en el sur y este de Honduras.
«Es probable que estas lluvias produzcan inundaciones repentinas y urbanas, junto con deslizamientos de tierra en áreas de terreno más alto», advirtió el NHC.
Mientras, el huracán Tammy se mueve este lunes con dirección norte-noreste, lejos de las Islas de Sotavento, pero aún produce fuertes lluvias en este grupo de islas caribeñas.
El huracán de categoría 1 en la escala Saffir Simpson, de un máximo de 5, presentaba esta tarde vientos máximos sostenidos de 75 millas por hora (120 km/h) y se espera tenga un cierto fortalecimiento en los próximos días, «seguido de un debilitamiento constante».
Tammy, cuyo centro tocó tierra en Barbados la noche del sábado, sin dejar víctimas ni mayores daños materiales, se mueve en el Atlántico hacia el norte a cerca de 7 mph (17 km/h).
En la actual temporada, que concluye el próximo 30 de noviembre, se han formado 20 tormentas tropicales y siete huracanes, y uno de ellos, Lee, alcanzó la categoría 5, la máxima en la escala de intensidad Saffir-Simpson.
En una actualización difundida el pasado agosto, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) vaticinó una temporada de huracanes en el Atlántico «por encima de lo normal», con la formación de entre 14 y 21 tormentas tropicales, de las cuales entre seis y 11 serían huracanes.