Por: Elvis Gómez Mena | Editor de Opinión | cawtv.net | Managua.-
La Egolatría, es un falso culto a nuestra persona que nos pone por encima de los demás y por ende, nos aleja del mundo. Narcicismo – del mitológico Narciso – es contemplar envanecidos nuestra imagen en el agua, que se rompe con la menor brisa o con la hoja seca que cae sobre ella. Egocentrismo es creer que el mundo gira a nuestro alrededor y somos centro de la creación. Aunque Giordano Bruno concluyera que el centro del universo estaba en todas partes y la circunferencia en ninguna. Pero la egolatría es muy evidente en tiranías crueles – jefes de carteles de drogas – empresarios de poca monta entre otros. Se sienten poderosos e inamovibles y eternos. Viven lejos de la realidad y no piensan que en esta vida todo se acaba. Son de escaso sentido común.
Según este precepto, cada quien sería el centro del firmamento. Estamos en todos lados porque en todo el universo existe la vida, según las partículas primordiales de la nucleosíntesis. Todo por la ley natural de baja y alta entropía que es el equilibrio de la energía en el cosmo. El individualismo nos hace olvidar el principio de grupo de trabajo en equipo para vivir armónicamente en sociedad. El Materialismo, en tanto, nos vuelve insensibles a lo espiritual y nos vuelve adoradores de las riquezas y cosas materiales. La ingratitud, es otra variante del egoísmo que nos vuelve seres sin piedad y desagradecidos con Dios, con los demás y con la existencia. No debemos adorar pues estos grandiosos engaños de nuestra identidad divina a las que nos arrastra a la idolatría.
