San José, (IICA).-
El lanzamiento técnico de la Iniciativa Agua y Agricultura reunió al Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) con relevantes socios que se sumaron al proyecto, diseñado para impulsar una contribución del agro ante la severa crisis hídrica que ha afectado la productividad de buena parte de América Latina y el Caribe.
En la presentación y el debate del plan de acción participaron directivos y especialistas del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Instituto Daugherty de Agua para la Alimentación de la Universidad de Nebraska.
Fueron oradores, además, el Ministro de Agricultura de Chile, Esteban Valenzuela y el Ministro de Agricultura y Ganadería de El Salvador, Oscar Guardado Calderón. Las palabras de apertura estuvieron a cargo del Director General del IICA, Manuel Otero. El evento se realizó en la sede del IICA, en San José de Costa Rica, de manera híbrida.
Con la premisa de que sin agua no hay agricultura y sin agricultura no hay seguridad alimentaria, la iniciativa se propone consolidar las capacidades y promover alianzas estratégicas público-privadas de los países de la región para mejorar la gestión integrada y eficiente en el uso del agua para la agricultura, apoyando a los ministerios y organismos rectores.
Son cuatro los ejes de trabajo tendientes a conseguir resultados medibles: producción y almacenamiento de agua a través de buenas prácticas agrícolas; eficiencia en el uso para la agricultura mediante la innovación tecnológica; fortalecimiento de la gobernanza e impulso a inversiones para captación, almacenamiento, distribución y riego.
El tema es considerado estratégico para el IICA, que en los últimos años ha apoyado a los países miembros con más de 70 acciones de cooperación técnica en agua para la agricultura, en un contexto de cambio climático que entre otros eventos extremos ha generado sequías y provocado cuantiosas pérdidas en potencias agroalimentarias como Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.
En la oportunidad se anunció el lanzamiento de un sitio web del IICA sobre la Iniciativa Agua y Agricultura, con información sobre los marcos legales vigentes en la materia en cada país de la región. También estará disponible un atlas de tecnologías, con todas las prácticas innovadoras en ejecución, y publicaciones que podrán descargarse gratuitamente.
El ministro Valenzuela elogió la tarea del IICA en la promoción del diálogo a nivel continental y celebró que en Chile se aprobó recientemente una ley de riego, después de varios años de debates. “La ley respeta la naturaleza y pone la resiliencia en primer lugar. Es muy importante, porque este año tuvimos un poco más de agua, pero seguimos con una sequía estructural”; dijo Valenzuela.
Por su lado, Oscar Guardado Calderón hizo hincapié en las dificultades que se viven en la región por la crisis hídrica: “Hoy más que nunca es necesario y casi obligatorio que pongamos voluntad política y buenas prácticas administrativas y de gestión pública. Tenemos que compartir las experiencias positivas de los países y es imprescindible que desarrollemos políticas públicas y construyamos una agenda para unir esfuerzos”.
Competencia por el uso del agua
Rayén Quiroga, Jefa de la Unidad de Agua y Energía de la División de Recursos Naturales de CEPAL, dijo que América Latina y el Caribe ha experimentado en los últimos años una caída muy fuerte de su crecimiento económico, que trajo incrementos de los niveles de pobreza y hace que sea más importante usar eficientemente los recursos hídricos.
“En la región hay una creciente conflictividad por los usos alternativos del agua y esto se agudizó por el cambio climático. La dotación de agua es cuatro veces mayor al promedio mundial pero está mal distribuida. Y hay indicadores insuficientes para tomar decisiones y focalizar inversiones”, dijo Quiroga.
La experta indicó que más del 75% del agua se usa en agricultura en el continente. “La producción de alimentos es un factor muy gravitante para el manejo del agua y por eso nos unimos a esta iniciativa del IICA”, señaló.
Christopher Neale, Director de Investigación del Instituto Global Daugherty del Agua para la Alimentación de la Universidad de Nebraska, contó la experiencia en ese estado del Medio Oeste de los Estados Unidos.
“Nebraska es el estado de Estados Unidos con mayor superficie agrícola bajo irrigación, con 3,4 millones de hectáreas. El 90% del agua utilizada es superficial y además hay unos 96.000 pozos. Tenemos una alta productividad agrícola”, dijo Neale, quien contó que el Instituto fue formado en 2010, tiene cinco áreas de trabajo principales y cuenta con numerosos socios del ámbito público y privado.
Fernando Miralles, Decano y profesor de la Universidad George Mason de Virginia, dio los detalles de Hydro-BID, herramienta de simulación creada por el BID para dar soporte a América Latina y el Caribe en el manejo y planificación del recurso hídrico.
“El sistema incluye una base de datos analítica que contiene más de 230.000 cuencas delineadas y cauces fluviales en la región. La segunda parte es un modelo de simulación”, explicó.
En el segmento dedicado a financiamiento participaron especialistas de CAF-Banco de Desarrollo de América Latina, el Banco Mundial y el BID.
Franz Rojas, Director de Agua y Saneamiento de CAF, dijo que en el contexto de la región conviven el riego familiar de pequeña escala con el riego intensivo de la producción agroexportadora, que requieren enfoques distintos.
“Hacemos préstamos con garantía soberana, pero también hay nuevos esquemas de financiamiento. Cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) requiere el esfuerzo de gobiernos pero también de nuevos actores en temas de agua y saneamiento”, señaló.
Luis Loyola, del Banco Mundial, dijo que el organismo multilateral está tratando de fortalecer la financiación privada. ”Hoy existe en agua una financiación limitada tanto de estados como de actores privados. No hay una sostenibilidad de los procesos de inversión y quedan afuera pequeños productores, que son claves en nuestra región”, advirtió.
Lucio García Moreno y Paula Roberts, del BID, explicaron el funcionamiento de los fondos de agua de esa institución, mecanismos financieros, de gobernanza y de gestión que integran a los actores relevantes de una cuenca para promover la seguridad hídrica de una zona metropolitana a través de acciones de conservación.
Manuel Otero hizo hincapié en la importancia del esfuerzo conjunto para encarar la crisis hídrica. “Las estrategias de cooperación tienen hoy que reunir gobiernos con organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil. Este tema es tan serio y tan grave que requiere que todos nos comprometamos para crear una nueva cultura del agua”, señaló.
“El agua –concluyó- es un recurso extremadamente finito. La agricultura está en un proceso de transición y están ocurriendo en las Américas cosas muy positivas. Pero también tenemos que hacer la transición en el agua. Sabemos qué hay que hacer y para llevarlo adelante necesitamos voluntad política, financiamiento y abordaje interinstitucional”.