La Habana | EFE.-
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, convocó este jueves a la máxima autoridad diplomática de EE.UU. en La Habana, la encargada de negocios Mara Tekach, para protestar por el tiroteo ocurrido horas antes contra la Embajada cubana en Washington.
El ministro de Exteriores explicó en una intervención televisada que durante la reunión transmitió a Tekach su «más enérgica protesta» por el suceso acaecido esta madrugada y exigió públicamente al Gobierno estadounidense una investigación «exhaustiva y rápida.
Rodríguez afirmó que la acción, supuestamente perpetrada por un hombre de 42 años residente en Texas que ya se encuentra detenido, «ha sido alentada por la creciente retórica hostil» hacia Cuba de la Administración del presidente Donald Trump.
En su discurso, el canciller cubano señaló como exponentes de esa retórica hostil al secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo; a «altos funcionarios» de ese departamento y a «la propia Embajada de EE.UU. en La Habana».
Además, deploró que, doce horas después de producirse el tiroteo, las autoridades del Gobierno de EE.UU. no se hayan puesto en contacto con las cubanas para abordar el suceso.
Por su parte, la jefa de la misión estadounidense publicó más tarde en Twitter su «condena» al tiroteo y agregó que «es un gran alivio que nadie haya resultado herido».
«EE.UU. toma muy en serio sus responsabilidades con la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas e insiste en una investigación completa y profunda», subrayó Tekach desde la cuenta oficial de la embajada, en consonancia con la posición de su Gobierno.
El incidente tuvo lugar en la madrugada de hoy, cuando un hombre identificado posteriormente como Alexander Alazo, ciudadano de 42 años de la localidad de Aubrey (Texas), presuntamente disparó con un rifle de asalto contra la embajada cubana en Washington.
Por el momento las autoridades policiales de Washington no han difundido más información sobre las circunstancias que rodearon el suceso ni sobre su presunto autor.
La agresión no causó daños al personal de la misión isleña pero sí dejó impactos de bala sobre la fachada del edificio, reabierto como embajada en julio de 2015 tras más de medio siglo sin relaciones diplomáticas.
El ministro de Exteriores cubano reveló que en el momento del ataque había diez funcionarios dentro de la representación diplomática.
Rodríguez también recordó a la Administración estadounidense su obligación de proteger al personal diplomático extranjero.
Cuba y Estados Unidos viven hoy una de las etapas más tensas en su complicada relación, tras la distensión protagonizada por los expresidentes Barack Obama y Raúl Castro entre 2014 y 2016, etapa conocida como el «deshielo», que motivó la reapertura de embajadas.
La llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca, sin embargo, provocó un viraje de la política estadounidense hacia la isla.
En los dos últimos años, EE.UU. ha endurecido el embargo que mantiene desde 1962 y ha arreciado las presiones a La Habana con nuevas sanciones debido al supuesto apoyo del Gobierno cubano al presidente Nicolás Maduro en Venezuela.
El Gobierno estadounidense decidió cerrar su Consulado en la isla y ordenó la salida de la mayoría del personal de su embajada tras los misteriosos incidentes de salud que afectaron a una veintena de sus diplomáticos, por causas aún sin explicar.
Hoy la misión de EE.UU. en Cuba funciona a nivel de encargado de negocios debido a que el Congreso de ese país aún no ha designado embajador. Cuba sí mantiene un embajador en Washington.
EE.UU. también ha expulsado a diplomáticos cubanos de su territorio y ha emitido alertas de viaje a Cuba por supuesta peligrosidad, además de prohibir el atraque de embarcaciones estadounidenses en costas cubanas y limitar los vuelos desde ese país solo al aeropuerto de La Habana.