Cuba denuncia nexos de anticastrismo con ataque a su embajada en EEUU

AFP.-

Cuba denunció el martes que el hombre que disparó contra su embajada en Washington pudo ser instigado por organizaciones anticastristas de Florida, y consideró que Estados Unidos fue negligente al no actuar preventivamente, pese a tener antecedentes.

Según dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez, el tirador estaba asociado «a un centro religioso» en Miami al que acuden personas «con reconocida conducta a favor de la agresión, hostilidad, violencia y extremismo contra Cuba».

Rodríguez divulgó una grabación de seguridad de su embajada en Washington, donde se observa a Alexander Alazo, un cubano residente en Estados Unidos desde el 2010, disparando un fusil la madrugada del 30 de abril, antes de ser detenido.

Causó solo daños materiales pero, de acuerdo con la policía, confesó que tuvo intenciones de matar. Para el gobierno cubano se trata de un «ataque terrorista», en un momento en que las relaciones bilaterales están deterioradas.

Según Rodríguez, en el ‘Doral Jesus Worship Center’, Alazo se relacionó con el pastor Frank López, «un individuo que mantiene estrechas relaciones con el senador Marco Rubio» y el «congresista (Mario) Díaz-Balart», ambos republicanos y críticos del gobierno socialista cubano.

Según Rodríguez, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, también ha visitado ese centro religioso y ha pronunciado allí «un discurso de franca hostilidad contra Cuba».

«Emplazo a Estados Unidos a explicar qué sabe sobre esos vínculos» entre Alazo y personas y agrupaciones «que apoyan al actual gobierno de Estados Unidos pero que incitan a la violencia y el odio contra Cuba», agregó.

En el sur de Florida operan organizaciones que promueven un cambio en el sistema de gobierno instaurado en la isla tras el triunfo de la revolución de Fidel Castro en 1959.

Rodríguez dijo que espera «una investigación exhaustiva». de Washington.

Este martes la encargada de Negocios de la embajada de Estados Unidos en Cuba, Mara Tekach, dijo que está en marcha una investigación conjunta, donde participan el Servicio de Seguridad Diplomática y el Servicio Secreto.

Rodríguez aseguró que el tirador, durante su vida en Cuba, nunca tuvo problemas. Según reportes de prensa, en Estados Unidos fue tratado por un trastorno mental y acudió ante autoridades a denunciar una presunta persecución de organizaciones criminales cubanas, un comportamiento que, según Rodríguez, debió encender las alarmas.

«Se aprecia negligencia», dijo.

Insistió en que «si hubo odio en la actuación de Alazo puede afirmarse que es un odio inducido por el discurso agresivo del gobierno de los Estados Unidos», con un mayor rigor en el embargo que Washington aplica contra la isla, y mayores sanciones, tras la llegada de Donald Trump al poder.

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