Santiago, (IICA).-
Según expertos, este aceite de oliva tiene características organolépticas excepcionales para llegar a ser uno de los mejores del mundo.
La Araucanía es una de las 16 regiones en que se divide Chile. Ubicada a más de 700 km al sur de Santiago, es cuna del pueblo mapuche, la cultura originaria indígena con mayor presencia en el país, y que mediante iniciativas de desarrollo y emprendimientos busca colocar sus productos incluso en los mercados internacionales.
En Los Sauces, una de las 32 comunas de la Araucanía, la vocación agrícola es profunda y así lo demuestra el trabajo de Emilio Sepúlveda Marileo, productor de un aceite de oliva que, según expertos, tiene características organolépticas excepcionales para llegar a ser uno de los mejores del mundo.
“Me gustaría tanto atravesar las cordilleras, irme al mercado internacional, esa es mi meta”, narra contento Emilio, ahora que ya tiene el aceite listo para la venta, luego de un proceso de varios meses en el cual recibió el apoyo técnico para materializar su sueño.
Él, al igual que sus abuelos, ha vivido toda su vida en estas tierras y a sus 60 años sigue trabajando día a día en el campo.
En la comuna Los Sauces, su familia es una de las 42 beneficiarias de una iniciativa piloto de la Política Nacional Chilena de Desarrollo Rural, impulsada por el Ministerio de Agricultura y que, sumada al Plan Impulso Araucanía, busca aumentar las inversiones, la asociatividad y las capacitaciones para fomentar el desarrollo productivo de esta región.
Emilio tenía este proyecto en mente hace años y afirma que le faltaba apoyo. “De mucho tiempo que quería innovar, entonces con la ayuda de INDAP y los otros profesionales, nuestros alcaldes, que pude sacar esta plantación de olivo hacia adelante, estos árboles estaban faltos de tecnología, de poder mejorar su producción y de poder al final agregarles valor”, explicó.
“Entonces yo me dediqué porque mi sueño es dejar una buena plantación y seguir creciendo, porque yo soy padre de familia, yo quiero dejarles al futuro mis hijos una buena plantación, dejarles algo; un conocimiento tremendo entregarles para que mis hijos no puedan emigrar a la ciudad, puedan seguir trabajando, produciendo este gran alimento que se llama aceite de oliva”, afirmó este productor rural.
Carolina Meier, directora regional en la Araucanía del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) de Chile, entidad encargada de implementar el plan de impulso en conjunto con la Municipalidad de los Sauces, informó que el objetivo del proyecto es apoyar la asociatividad para producir una fruta de excelente calidad, que se pueda comercializar nacional e internacionalmente.
“Tenemos para esto firmado un convenio con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), la idea es trabajar durante dos años un piloto de capacitación, principalmente de asesorar a los agricultores en la fruticultura”, complementó Meir.
Hernán Chiriboga, Representante del IICA en Chile, afirmó que “hemos colocado siete especialistas técnicos de manera permanente en el proyecto, técnicos en olivos, nueces, uvas y berries, así como especialistas en asociatividad y resoluciones sanitarias, entre otras áreas, que están trabajando permanentemente con los productores”.
“Cuando llegamos a la comuna de Los Sauces para ser parte del piloto nos encontramos con diferentes agricultores, pero uno que siempre nos llamó la atención y que estaba muy interesado en la capacitación, en el apoyo técnico y en la factibilidad de seguir avanzando fue don Emilio, explicó Carlos Inostroza, coordinador por parte del IICA del proyecto en la Araucanía.
Joaquín Roa, especialista del Instituto, explicó que el trabajo con Emilio Sepúlveda contempló la recuperación de casi 500 plantas de olivos.
“Este desarrollo lo comenzamos el año pasado con la idea de que se potencie casi 10 veces su producción. Desde que lo tomamos hemos hecho trabajos de poda, de conducción y formación, y hemos hecho algunos programas de aplicaciones de fertilizantes y manejo fitosanitario que han permitido obtener una pequeña producción como para obtener un buen aceite de la Araucanía, un aceite extra virgen de arbequina”, ahondó Roa.
La arbequina es una variedad originaria de Palestina que se ha adaptado muy bien a Chile, el aceite que se obtiene de ella posee una gran suavidad, es ligero, tiene un olor afrutado y un llamativo color verde.
Roa, quien es un destacado especialista en el mundo de la producción y la elaboración final de aceite de oliva, manifestó que la Araucanía ofrece un valor agregado muy especial: “Viendo lo que se me ha presentado en algunas zonas del sur, de Concepción al sur, las características de todos estos aceites son menos porcentaje de aceite, pero con una calidad organoléptica excepcional. O sea, aromas más intensos, un sabor mucho más agudizado, por lo tanto aceites mucho más marcados y diferenciados que los del resto del país”, expresó.
Olivas de Quilquén
Al ser integral, el trabajo técnico con el productor Emilio Sepúlveda incluye la asesoría para la comercialización del aceite de olive, desde su prensado de calidad en frío, envasado y etiquetado, hasta el marketing y la venta.
Se creó, junto con Sepúlveda, una marca y un concepto, para llegar luego al etiquetado. “El nombre elegido fue Olivas de Quilquén, en alusión a la histórica estación del ferrocarril. Una estación que recibió el primer tren en febrero de 1888 y en torno a la cual creció el pueblo. Además de ser parada de todos los trenes que entraban al ramal Angol Traiguén, fungía como oficina de Correo. Hoy, aunque ya en desuso, todavía sigue en pie con su sencilla arquitectura y su profundo significado para el territorio”, comentó Carlos Inostroza, del IICA.
El aceite Olivas de Quilquén se encuentra listo para distribución y ha sido presentado a las más altas autoridades agrícolas de Chile, como la Ministra de Agricultura María Emilia Undurraga.
Ya existen negociaciones para que llegue a las Tiendas Soho, en Nueva York; a locales en el sur de España y a tiendas gourmet de Santiago y otras ciudades importantes de Chile.
Carlos Inostroza agregó que el proyecto no solo se centrará en olivas, pues dependerá a los productos y potencialidades de los agricultores. “Sumados al aceite de oliva tenemos el merquén (condimento), de la productora Ana Payne, y el vinagre de manzana del productor Luis Jara Sepúlveda. Los tres productos se suman a la identidad del territorio”, dijo el consultor del IICA.
Gastón Mella Arzola, Alcalde de la Municipalidad de Los Sauces, expresó que este trabajo permitirá la reconversión económica de la comuna.“Hoy día estamos trabajando por reconvertir nuestra querida Los Sauces en una comuna frutícola, con frutales mayores, con berries, para poder llegar a cambiar la pequeña agricultura de subsistencia que existe”, afirmó.