Por Alexander MARTINEZ | AFP.-
Opositores venezolanos difundieron este sábado frente a cuarteles una proclama en la que su líder, Juan Guaidó, pide a los militares cesar su apoyo al presidente Nicolás Maduro, quien llamó a alistarse para un eventual ataque de Estados Unidos.
Tras una fallida insurrección militar el pasado martes, pequeños grupos de manifestantes se acercaron a cuatro instalaciones en Caracas -custodiadas por uniformados- para entregar o leer el pregón, constató la AFP.
Movilizaciones similares se registraron en otras regiones, según el equipo de Guaidó, reconocido como mandatario interino por más de 50 países y quien no participó en las concentraciones.
En Barquisimeto (noroeste) la Guardia Nacional dispersó con gases el avance de una marcha.
«Les pedimos a los militares que nos ayuden en el cese de la usurpación, que se unan al pueblo», dijo a AFP Dina Alonso, desempleada 53 años, luego de que mujeres intentaran sin éxito que les recibieran el documento en el comando de la Guardia en Caracas.
Con megáfono, un grupo de personas lo leyó frente a la comandancia de la Armada; pero en la sede de la guardia presidencial ni siquiera fue posible, pues varias cuadras antes un militar lo recibió para quemarlo.
«Bajo ningún concepto ni pretexto la Fuerza Armada ni organismo de seguridad serán chantajeados, comprados ni traicionarán la patria», dijo el oficial ante un manifestante impotente.
En su proclama, Guaidó pide a los militares respaldar un gobierno de transición encabezado por él que convoque a elecciones.
Disturbios registrados el martes durante la rebelión y el miércoles en protestas contra Maduro dejaron cuatro civiles muertos y cientos de heridos y detenidos, según Amnistía Internacional.
«Es ahora»
En respuesta, Maduro se reunió con el alto mando y unos 5.300 soldados en Cojedes (noroeste), donde pidió prepararse para una intervención armada de Estados Unidos, que no descarta esa posibilidad y este sábado llamó a los venezolanos a derrocarlo.
Deben «estar listos y prestos para defender la patria con las armas en la mano si algún día el imperio norteamericano osara tocar esta tierra», dijo Maduro.
Por su parte, el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, señaló a los venezolanos en un video que «el momento de la transición es ahora» y que su país se mantiene «firmemente» con ellos en su «lucha».
Washington intenta estrangular financieramente a Maduro para que abandone la presidencia del país con la mayor reserva petrolera, hundido en la peor crisis de su historia moderna.
El gobernante exigió además estar en máxima alerta frente a los «traidores», luego de que el martes un reducido grupo de militares, liderado por Guaidó y su copartidario Leopoldo López, se sublevó en la base aérea de La Carlota, en Caracas.
Guaidó no logró que la rebelión provocara una ruptura en la Fuerza Armada, pese a que según la Casa Blanca había un pacto entre la oposición y el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, para romper con Maduro, quien supuestamente huiría a Cuba. Maduro lo negó.
La cúpula reiteró su lealtad al líder chavista, tras lo cual 25 uniformados pidieron asilo en las embajadas de Brasil y Panamá, y López, quien había sido liberado de su prisión domiciliaria por los insurrectos, se refugió en la residencia del embajador de España.
«Seguimos avanzando en la Operación Libertad», escribió López este sábado en Twitter al dar cuenta de una conversación telefónica con el presidente chileno, Sebastián Piñera.
El opositor asegura mantener diálogos con oficiales venezolanos para el «cese de la usurpación».
Al cierre de esta jornada tan centrada en los cuarteles, Maduro informó en Twitter que un «incidente» con un helicóptero dejó siete militares muertos.
«Lamento profundamente este incidente y expreso mis sentidas condolencias a sus familiares y amigos», escribió en Twitter el mandatario, en alusión a la tripulación que había salido de Caracas a Cojedes.
Cuba, ¿puente de solución?
La crisis venezolana fue abordada el viernes por el presidente estadounidense, Donald Trump, y su par ruso, Vladimir Putin, cuyo apoyo a Maduro genera tensión con Washington.
Trump ratificó su apoyo a Guaidó, mientras Putin declaró que los intentos de un cambio de gobierno «por la fuerza socavan las perspectivas de una solución pacífica».
«No es de extrañar que una vez agotada la estrategia de sanciones, con el país destruido, los aliados externos se vean tentados a negociar de manera directa con el sector militar, si éste decide tomar el poder», estima el analista Luis Vicente León.
Este sábado, Cuba, aliado de Maduro, defendió la necesidad de un diálogo «sin amenaza ni intervención extranjera», luego de que el Grupo de Lima, bloque de países que también presiona la salida del mandatario, acordara tender puentes para que la isla propicie una solución negociada.
«Resquebrajamiento»
La situación en Venezuela también fue analizada el viernes con el secretario de Defensa interino, Patrick Shanahan, quien dijo que Estados Unidos maneja opciones militares «adaptadas» a las circunstancias en el terreno.
«Una opción es que Maduro intensifique la represión, que ya es bastante severa», afirma Michael Shifter, analista de Diálogo Interamericano. Pero advierte que la situación se puede salir de las manos si algunos oficiales se niegan a ejecutar esas órdenes, lo que provocaría un «mayor resquebrajamiento».Una detención de Guaidó no parece inminente, ante la advertencia estadounidense de que éste sería el «último error de la dictadura».