Pandemia de COVID-19 se utiliza en algunos países como pretexto para imponer restricciones a la libertad de prensa

Declaración del alto representante, Josep Borrell, en nombre de la Unión Europea con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, el 3 de mayo de 2020
En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, rendimos homenaje al papel esencial del periodismo en la defensa de la libertad de expresión, tanto en línea como en otros soportes, en las sociedades democráticas, y en el fomento de la transparencia y la rendición de cuentas.
La crisis de COVID-19 ha traído de nuevo a primer plano la importancia que reviste el trabajo de la prensa. Más que nunca, es en momentos de incertidumbre cuando el acceso a una información fiable y contrastada, libre de interferencias e influencias indebidas, resulta crucial y contribuye a que la sociedad sea más resiliente. Es preocupante que la pandemia de COVID-19 se utilice en algunos países como un pretexto para imponer restricciones indebidas a la libertad de prensa.
A pesar de los riesgos y desafíos adicionales derivados de la pandemia de COVID-19, los periodistas y los trabajadores de los medios de comunicación de todo el mundo siguen cumpliendo con su trabajo esencial, a veces en circunstancias difíciles. Están dando voz a los más vulnerables para asegurarse de que sus historias son escuchadas. Están acercando los testimonios de territorios menos accesibles, incluidos los de zonas en conflicto. Están proporcionando información fundamental sobre el impacto de la pandemia en distintas partes del planeta, a menudo devastador, pero también nos inspiran con historias de solidaridad y coraje.
Es fundamental la aportación de los periodistas al debate sobre cómo hacer que nuestras sociedades estén mejor preparadas para retos como los que ahora se plantean y, en última instancia, hacer que sean más seguras, prósperas y sostenibles. Los periodistas deben poder trabajar libremente. Tal vez hoy más que nunca, la libertad de prensa es la piedra angular de las sociedades democráticas, que solo pueden prosperar si los ciudadanos tienen acceso a información fiable y pueden elegir con conocimiento de causa. El periodismo ayuda a detectar y contrarrestar la desinformación.
Son demasiados los países en los que los periodistas han de enfrentarse a una legislación restrictiva, que en ocasiones se trata de justificar invocando la situación de emergencia creada por la COVID-19, que coarta la libertad de expresión y la libertad de prensa. Proliferan los bloqueos de internet y el cierre de sitios web. Los periodistas, especialmente las mujeres, son objeto de campañas de difamación, presiones financieras y ataques por medios de comunicación gubernamentales o partidistas, que a menudo conducen a la autocensura. Son demasiados los que sufren acoso, detenciones arbitrarias y penas de prisión. Son demasiados los que han perdido la vida por hacer su trabajo.
La Unión Europea está trabajando tanto dentro como fuera de sus fronteras para atajar las implicaciones de la pandemia en términos socioeconómicos, sanitarios y de derechos humanos, y también en lo tocante a los medios de comunicación. Sin ceder un ápice en la defensa de la libertad de expresión, la respuesta de la UE también se dirige a la lucha contra la desinformación sobre la COVID-19. Esto se traduce en la promoción de fuentes fiables, el desmontaje de contenidos falsos o engañosos y la retirada de contenidos ilícitos. Estas acciones solo pueden tener éxito si reposan en la labor escrupulosa de periodistas comprometidos y valientes, cuyos esfuerzos cotidianos hacen que las sociedades sean más seguras, justas y democráticas.
Hoy la UE reitera firmemente su apoyo constante al papel clave de unos medios de comunicación independientes y fiables en todo el mundo. La libertad de prensa es un derecho, no es solo de los profesionales de estos medios, sino de todos y cada uno de nosotros.

Josep Borrell
Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad  y Vicepresidentde la Comisión Europea

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