Bogotá | EFE.-
Las muertes por coronavirus de dos médicos en Bogotá y de dos reclusos en en una cárcel de Villavicencio, capital del departamento del Meta (centro), encendieron este sábado las alarmas en Colombia porque tocan dos de los escenarios más sensibles durante la emergencia sanitaria.
Desde el 6 de marzo, cuando se detectó el primer caso en Colombia, han sido confirmados 2.709 contagios y un centenar de muertos, según el boletín divulgado hoy por el Ministerio de Salud.
ADIÓS A UN HÉROE DE BLANCO
Uno de ese centenar de fallecidos es el doctor Carlos Fabián Nieto, cuyas exequias tuvieron lugar hoy en un cementerio del norte de Bogotá, hasta donde el féretro fue transportado en una carroza fúnebre que además del nombre del médico llevaba una cinta con la inscripción «Aquí va un héroe».
El personal sanitario de la Clínica Colombia, donde trabajaba el galeno, despidió con aplausos y una calle de honor a su compañero, primer profesional de la salud en perder la vida en el país por el coronavirus.
Por la noche volvieron a juntarse en el estacionamiento de la clínica junto con miembros de la Policía para homenajearlo con un minuto de silencio y el toque de corneta, tras lo cual las ambulancias encendieron sus luces e hicieron sonar las sirenas.
Nieto, padre de una niña de cuatro años de edad y de un niño de uno, trabajaba en el servicio de urgencias de la Clínica Colombia, que forma parte de la organización Sanitas, y presentó los primeros síntomas de la enfermedad el pasado 22 de marzo.
Un día después le fue practicada la prueba por COVID-19, que dio positivo, y el 28 de marzo su salud empezó a deteriorarse, al punto de necesitar soporte ventilatorio mecánico en una unidad de cuidados intensivos (UCI).
PRIMERA LÍNEA CONTRA LA PANDEMIA
Este sábado, cuando se informó de su muerte, el presidente colombiano, Iván Duque, destacó que el doctor Nieto fue un médico que luchó junto con otros profesionales de la salud contra esta pandemia.
Por su parte, el procurador general de Colombia, Fernando Carrillo, dijo que la muerte de Nieto es «un campanazo de alerta para todos» y manifestó que los médicos del país «deben ser protegidos con los equipos necesarios, remunerados justamente y respetados dignamente».
Miles de colombianos, conmovidos por la partida de un hombre dedicado a salvar vidas, expresaron en las redes sociales su pesar y enviaron mensajes de solidaridad a su familia.
SEGUNDO MÉDICO COLOMBIANO FALLECIDO
Y en la noche del mismo día el ministro de Salud de Colombia, Fernando Ruiz, confirmó la muerte en la UCI del Hospital Militar de un segundo médico, de 59 años, que había trabajado como anestesista en varias clínicas de Bogotá, al tiempo de evocar al primero.
«Tenemos que registrar con pesar la muerte de dos colegas. El doctor Carlos Nieto y, hoy a las siete de la noche, el doctor William Gutiérrez, de 59 años. Las dos personas, muy dedicadas a su trabajo, fallecieron en el ejercicio de sus funciones y queremos expresar nuestro mayor sentimiento de pesar a sus familias», expresó el ministro.
EMERGENCIA EN LAS CÁRCELES
De otro lado, la luz de alarma se encendió en las cárceles por los dos fallecimientos relacionados con los centros penitenciarios.
El protocolo de emergencia en salud fue activado anoche en una cárcel de Villavicencio a raíz de la muerte por COVID-19 de un hombre de 63 años que estuvo recluido en ella y puesto en libertad el pasado 1 de abril.
El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) informó de que el exrecluso, condenado a 75 meses de prisión por los delitos de concierto para delinquir y porte de armas de fuego, fue ingresado en el Hospital Departamental de Villavicencio, donde falleció por el coronavirus el 5 de abril.
El Inpec pidió al Instituto Nacional de Salud (INS) apoyo para realizar la prueba de diagnóstico de COVID-19 a los funcionarios del Cuerpo de Custodia y Vigilancia y a los presos de la cárcel que tuvieron contacto con el fallecido.
Sin embargo, la situación se tornó grave este sábado cuando el Inpec notificó que un segundo recluso había fallecido en ese mismo centro penitenciario, mientras que un tercero fue hospitalizado con síntomas de coronavirus.
La nueva víctima mortal es un hombre de 78 años que compartió pabellón con el primer fallecido, aunque según el Inpec no tenían relación directa.
El pasado 21 de marzo una revuelta simultánea en 13 cárceles colombianas, aparentemente para exigir protección contra la COVID-19, dejó 23 presos muertos y 83 heridos en la penitenciaría La Modelo, de Bogotá, en la peor matanza de reclusos que se recuerde en Colombia.
Ante esta situación, el Gobierno declaró la emergencia carcelaria y en los últimos días el Inpec ha organizado jornadas de limpieza y descontaminación en diferentes cárceles del país en las que participan de forma conjunta tanto guardianes como reclusos.