Las bolivianas a salvo del COVID-19 en casa, pero no de la violencia

La Paz | EFE.-

La obligación de permanecer en casa por la cuarentena contra el coronavirus ha confirmado algo que las autoridades y activistas en Bolivia ya sabían: que el hogar es el principal espacio donde se ejerce violencia contra mujeres y menores.

En un mes de cuarentena casi total en Bolivia, hubo 867 casos de violencia familiar y cuatro mujeres han muerto víctimas de la violencia machista, con un total de 34 feminicidios en lo que va de año, según información de la Fiscalía General del Estado.

DATOS PREOCUPANTES

El dato de feminicidios es mayor respecto a 2018 y 2019, informó hace unos días la directora de la Fiscalía Especializada de Delitos Contra la Vida, Nuria Gonzales, quien expresó preocupación por el hecho de que estando en cuarentena «los casos de violencia extrema contra la mujer no cesan».

«Por el contrario tenemos que lamentar hechos graves que conmocionan a la ciudadanía donde se tienen pérdidas humanas y particularmente de mujeres”, dijo Gonzales, citada en un comunicado del Ministerio Público.

La fiscal superior del Ministerio Público, Patricia Bohórquez, alertó por su parte que la violencia contra niños y adolescentes no sucede en ámbitos públicos, sino en el entorno de mayor confianza de las víctimas, que puede ser su propio hogar o la casa de algún familiar o amigo.

Un análisis realizado por la Coordinadora de la Mujer con datos de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV) y la Defensoría del Pueblo da cuenta de unas 1.505 denuncias de distintos tipos de violencia contra mujeres, niños y niñas entre el 22 de marzo, cuando entró en vigor la cuarentena, y el 23 de abril.

De este total, dos centenares fueron denuncias por delitos sexuales de diversa índole, con un promedio de seis casos por día, según la coordinadora, que agrupa en el país a 26 entidades defensoras de la igualdad de género.

UN POSIBLE «SUBREGISTRO» DE CASOS

En 2019 se tuvo un promedio anual de 17 agresiones o delitos sexuales contra mujeres y niños al día, dijo a Efe la directora de la Coordinadora de la Mujer, Mónica Novillo.

Aunque aparentemente las cifras serían menores en la cuarentena, Novillo alertó de un posible «subregistro» de casos «que no se están pudiendo denunciar dadas las condiciones del confinamiento» en el país.

«Las restricciones de movilización están inhibiendo la posibilidad de que las mujeres puedan denunciar o que puedan identificarse las situaciones de violencia en el caso de niños y niñas», advirtió la experta.

El no poder llegar hasta las oficinas policiales a presentar denuncia o el hecho de que en los primeros días de la cuarentena la FELCV no contaba con medidas de bioseguridad para acudir al llamado de las denunciantes pueden ser algunas causas de este «subregistro», consideró.

Novilló recordó que en otras naciones la cuarentena derivó en un incremento de casos de violencia intrafamiliar y sostuvo que «es raro» que en Bolivia sean menores, «siendo uno de los países que tiene las tasas más altas».

Bolivia registró 117 feminicidios el año pasado, pero además es, junto a El Salvador y Honduras, uno de los países de América Latina con mayor proporción de homicidios por cuestiones de género, según la Cepal.

VOCES DE ALERTA

En periodos sin cuarentena, «el hogar siempre ha sido uno de los lugares más riesgosos para las mujeres, pues es donde menos seguras están» y lo mismo ocurre con la violencia sexual, pues muchos agresores «están en el entorno familiar», indicó Novillo.

El tener que pasar las 24 horas en casa está «generando riesgos y condiciones en las que puede ocurrir violencia contra las mujeres, niñas y niños», lamentó.

Para Novillo, sería interesante tomar el ejemplo de aquellos países que han conformado comisiones entre la sociedad civil y el Estado para coordinar «de manera más adecuada» la atención a las víctimas de violencia, así como abordar la respuesta contra el COVID-19 de una forma integral y con una perspectiva de género.

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