Sharm El Sheik, Egipto, (IICA).-
La agricultura y los agricultores son indispensables para garantizar que los alimentos lleguen a la mesa de todas las personas en tiempos de crisis multidimensionales que amenazan la paz y la estabilidad mundial, advirtieron expertos en un panel organizado por la Fundación World Food Prize en el marco de la COP27 que se celebra en Egipto.
El panel “Llevando alimento a la mesa durante la crisis” contó con una lista de prestigiosos expositores y estuvo destinado a debatir el rol de la ciencia en la transformación de los sistemas agroalimentarios, identificar las prioridades de investigación para garantizar la producción y asegurar su sostenibilidad.
La Fundación World Food Prize puso en el centro del temario del evento a la producción de alimentos en tiempos de crisis. Contó con la participación de Cynthia Rosenzweig, científica ganadora del Premio Mundial de la Alimentación 2022, y de Manuel Otero, Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
También expusieron Purvi Mehta, académica de larga experiencia en el desarrollo agrícola de Asia; Greg Sixt, especialista del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT); James Hall, profesor de asuntos ambientales en la Universidad de Oxford; y Muhammad Ibrahim, Director General del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE).
La centralidad de la ciencia
Rosenzweig, quien participó por teleconferencia, se refirió a cómo la ciencia puede contribuir a la transformación de los sistemas agroalimentarios.
Señaló que los formuladores de políticas públicas, el sector privado y los investigadores están crecientemente interesados en promover la mitigación y la adaptación al cambio climático, al tiempo que en mejorar la producción de alimentos y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS).
Rosenzweig es una climatóloga que ha dedicado gran parte de su carrera a investigar cómo la producción de alimentos puede adaptarse de mejor manera a los impactos del cambio climático y por eso recibió el año pasado el prestigioso Premio Mundial de la Alimentación en Des Moines, Iowa.
Durante el debate se hizo hincapié en la importancia de garantizar una calidad de vida digna para los agricultores en las zonas rurales y, en ese sentido, la moderadora del panel, Barbara Stinson, también presidente de la Fundación World Food Prize, señaló que los ingresos de los productores de alimentos deben ser considerados como la más importante herramienta para la adaptación al cambio climático.
Bienestar en las zonas rurales
“Para tener alimentos en las mesas necesitamos tener agricultores en las zonas rurales. Y para que los alimentos sean saludables necesitamos que haya salud, bienestar y prosperidad en el campo”, advirtió Manuel Otero en su participación.
El Director General del IICA reconoció que son los consumidores los que definen las tendencias de producción y comercialización de alimentos, pero exhortó a no dejar de lado el rol crucial de los agricultores, que se puso de manifiesto en los momentos más difíciles de la pandemia de Covid-19.
Sobre la cuestión de los ingresos, refirió que un mesero en Nueva York gana 20 veces más que un agricultor en Centroamérica. “Eso no es justo ni correcto. Si no lo corregimos, el círculo vicioso se perpetuará. El agricultor que no tiene un ingreso digno tarde o temprano destruirá la tierra y luego migrará hacia la ciudad”, apuntó.
“Tenemos que construir un círculo virtuoso, a partir de mayores ingresos para los pequeños productores, incorporación de tecnologías y bienestar en las zonas rurales. La calidad de vida en las ciudades depende de la calidad de vida y la prosperidad en el campo”, concluyó.
La científica Purvin Mehta coincidió en que el gran desafío de la agricultura es garantizar los ingresos de los agricultores y consideró, en ese sentido, que hay una enorme oportunidad en la diversificación de la producción, ya que hoy casi el 70% del financiamiento agrícola se concentra en apenas 11 commodities.
La producción agropecuaria está hoy afectada por los impactos del cambio climático en todo el mundo y, al mismo tiempo, genera gases de efecto invernadero. Todos estos temas vienen siendo abordados por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) junto a sus países miembros y sus socios internacionales en la COP27, donde se instaló el pabellón Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas, una apuesta para exhibir ante el mundo la resiliencia que ha logrado la producción agropecuaria del continente frente al cambio climático y los avances que se están haciendo para la mitigación de la emisión de gases de efecto invernadero.