Tu talento te hace brillar

Por: Elvis Gómez Mena | Editor de Opinión | cawtv.net.-

No escondas tu brillo, no escondas tu esencia, no entierres tus talentos, no deseches los dones que Dios te ha dado. No cometas el triste pecado de omisión, no contribuyas a que el mal se siga extendiendo en el mundo. Tu presencia activa como discípulo de Cristo, como constructor del Reino, como misionero y profeta, desde tu ubicación histórica, hará la diferencia, contribuirá a que el mundo cambie. Las tinieblas siguen expandiéndose, cada vez con menos rubor, sin disimulos, apropiándose de espacios públicos como redes sociales, política, leyes por aborto, sodomía, eutanasia: en el área del entretenimiento, invadiendo con información distorsionada sexual las escuelas, creando opinión pública en favor de comportamientos antinaturales. Cada vez se extiende más la pobreza indigna, la miseria, donde se ahonda la división abismal entre ricos y pobres, desapareciendo la clase media. La injusticia social, la corrupción, el uso de la tecnología avanzada para uso casi exclusivo de las élites, dejando para los pobres el celular y poco más, hipnotizándolos, manipulando sus conciencias, alienándolos. Todo esto habla de un poder más allá de los gobiernos, que extiende sus tentáculos creando una nueva manera de ser, uniforme, amoral, consumista, descreída, sin Dios, falta de solidaridad y pobre de humanismo.

En este mundo, en esta realidad debes brillar, transmitir luz, irradiar con tu comportamiento. Que tu ejemplo diga más que tus palabras. Que con tu forma de ser la gente sepa que hay otra forma de vivir. Abstenerte de ir a espectáculos donde se distorsione la imagen de Dios sembrada en todo ser humano. Donde se degrade la persona y su dignidad con chistes, modas, canciones inmorales. Hay muchas canciones hoy día que dañan notablemente conceptos como lo sagrado que es el amor conyugal, la sana convivencia entre las personas, la realidad de ser hombre o mujer, el trabajo honesto. Abstenerte de ir a lugares, casas, centros de diversión, donde tú sabes que reinará la chabacanería, la vulgaridad, el chiste soez, el licor sin control. No tienes necesidad de nada de eso, y para qué perder el tiempo, que nunca volverá, en cosas que no te dejan nada bueno, en vez de invertirlo leyendo un buen libro, conviviendo con tu familia, haciendo algún ejercicio de meditación, deporte, o divirtiéndote sanamente con algún pasatiempo bueno. Las buenas películas, escuchar una conferencia por internet, conciertos de música, algo que te enriquezca el alma. Pertenecer a un grupo de oración o de apostolado de la Iglesia, produce tantos beneficios buenos.

Y debes brillar dando testimonio con tu palabra cuando sea necesario. Ser profeta anunciando la verdad del Reino, denunciando la maldad, dando razón de tu fe, con valentía, respeto, delicadeza y claridad.

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