Centroamérica: explore unas vacaciones multidestino ricas en cultura cautivadora y herencia indígena

  • Un viaje por Centroamérica y República Dominicana no es sólo geográfico sino también una inmersión en las arraigadas costumbres de las comunidades que viven en armonía con la naturaleza incluyendo sitios arqueológicos como las ruinas mayas de El Tazumal en El Salvador, las más antiguas de Centroamérica.
  • La elaboración de chocolate es un acontecimiento cultural y una tradición local en Centroamérica, como lo disfrutaron el Príncipe y la Princesa de Gales en una granja de cacao durante una gira por Belice en 2022 para conmemorar el Jubileo de Platino de la Reina.
  • Desde la preparación de alimentos hasta las celebraciones festivas y el tejido tradicional a mano, cada aspecto de la vida diaria expresa la riqueza cultural que define esta región.

Explorar la asombrosa belleza natural de Centroamérica y maravillarse con su biodiversidad es, sin duda, una experiencia única en la vida. Sin embargo, también hay otro aspecto fascinante y poco explorado de esta fantástica región: sus pueblos indígenas y grupos étnicos.

Ya sea descubriendo a los descendientes de los mayas en el Norte, o explorando a los tímidos Kuna, los Emberá de Panamá, los Mosquitos, Mayagnas, Ramas y Ulwas en Nicaragua en el Sur, aprendiendo sobre la increíble historia de los pueblos indígenas y etnias de Centroamérica promete una enriquecedora fiesta cultural. Viajar por Centroamérica y conocer a estos pueblos ancestrales, incluidos los Nahuapipil, Cacaoperas, Mayas y Lencas de El Salvador y los Garífunas, Lencas y Maya-Chorti de Honduras, permitirá a los viajeros aprender más sobre el importante papel fundamental que jugaron estas comunidades en la Identidad cultural de las naciones centroamericanas.

Los sitios arqueológicos como las ruinas mayas de El Tazumal en El Salvador, las más antiguas de Centroamérica, son una visita obligada para los viajeros.

Dónde experimentar la antigua civilización maya

El vasto territorio maya se extendía desde Yucatán en México hasta los paradisíacos Belice, Guatemala, El Salvador y Honduras. Los mayas eran agricultores hábiles y desarrollaron sistemas avanzados de riego y terrazas, cultivando productos esenciales como el grano de cacao, que la comunidad maya considera sagrado y que alguna vez fue considerado más valioso que el oro. Los visitantes pueden admirar el complejo sistema de escritura maya en los restos arqueológicos que nos dejaron. Eran astrónomos, y sus observatorios son prueba de ello a través del preciso calendario que crearon.

Sus restos históricos son una evidencia silenciosa de su importancia cultural. En Guatemala, en la exuberante selva del Petén, se encuentra el Parque Arqueológico de Tikal y Yaxhá, impresionantes conjuntos arquitectónicos mayas. Otro sitio es Quiriguá con sus espectaculares estelas, altos monumentos esculpidos en piedra. No debe perderse el colorido mercado de Chichicastenango, que abre los martes y jueves, cuando los indígenas bajan de sus comunidades para vender sus artesanías, textiles y cultivos. En la iglesia de Santo Tomás, donde se encontró el Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas, podrás presenciar el sincretismo religioso en una iglesia extraordinaria. Otra visita obligada en Guatemala son las comunidades de San Marcos de Laguna y San Antonio de Palopó en el hermoso Lago Atitlán.

Belice tiene muchos sitios mayas, incluido Caracol, el sitio maya más grande del país, Xunantunich y Lamanai, al que se llega en un hermoso crucero por la jungla. Si estás en Belice, realiza el tour del cacao, que incluye un paseo por la densa jungla, finalizando tu experiencia aprendiendo a tostar y moler la semilla del cacao, tal como lo hacían los mayas.

La elaboración de chocolate es un acontecimiento cultural y una tradición local en Centroamérica, como lo disfrutaron el Príncipe y la Princesa de Gales en una granja de cacao durante una gira por Belice en 2022 para conmemorar el Jubileo de Platino de la Reina.

Una visita a Joya de Cerén, también conocida como la Pompeya de Centroamérica, es imprescindible en El Salvador. Un antiguo pueblo maya cubierto y preservado por ceniza volcánica y descubierto en el siglo pasado.

La herencia diversa de otros pueblos indígenas de Centroamérica

Los pipiles, al igual que otros grupos indígenas, habitaron El Salvador. Un punto destacado de las vacaciones es Panchimalco, un pueblo tranquilo y apacible donde podrás visitar su hermosa iglesia colonial y disfrutar de su delicioso y aromático café. El Salvador trabaja actualmente para rescatar la lengua náhuatl, que está floreciendo gracias al entusiasmo de sus jóvenes. Entonces, tú también puedes tomar una clase de idioma náhuat.

El pueblo Lenca desciende de los mayas y vive en Honduras y El Salvador, concentrado principalmente en Honduras. La «Ruta Lenca» hondureña incluye varios destinos, como Ciudad de la Paz y Santa Rosa de Copán. Es importante señalar que el gobierno de Honduras, a través del Ministerio de Turismo, están trabajando en un proyecto para rescatar el patrimonio cultural Lenca.

Los Chorotegas habitaron la parte sur de la región, poblando principalmente Nicaragua y Costa Rica. Se subdividieron en Dirianes, Nagrandanos, Nicoyas, Orotinas, Niquiranos y Nicaraos. Si bien es cierto que su lengua está extinta, su legado cultural sigue vivo en sus descendientes, quienes son maravillosos artesanos. Quienes viajan a Nicaragua deben visitar Catarina, San Juan de Oriente y los talleres de alfarería. Otra visita recomendada es a la «Comunidad Indígena de Subtiaba» en León. Los Subtiaba son descendientes de los Maribios. En la zona atlántica del país también se encuentran Mosquitos, Mayagnas, Ulwas y Ramas.

Los Guna, Ngäbe-Buglé, Emberá, Wounaan, Bribri, Bokota y Naso Tjërdi son siete pueblos indígenas de Panamá. Los Guna, conocidos como Kuna, habitan el hermoso archipiélago de San Blas en el Mar Caribe. Visitar esta comunidad es simplemente extraordinario. Las hermosas molas, bordadas por las trabajadoras mujeres Kuna, son imprescindibles. El atuendo de las mujeres Kuna también incluye cuentas de colores que adornan sus piernas y antebrazos y un aro de oro en la nariz.

El tejido a mano es una tradición transmitida de generación en generación en países como Panamá.

Los Ngäbe se concentran en Bocas del Toro, Chiriquí y Veraguas. Otro grupo que se destaca son los Emberá, que viven en la provincia de Darién. Se organizan visitas a los pueblos Emberá, donde podrás conocer su cultura y medicina tradicional, comprar artesanías y degustar sus comidas tradicionales. Llama la atención los dibujos que hacen en su piel usando jagua, que es tan poderosa como la henna y el achiote. Atrévete a hacerte un tatuaje; sólo dura siete días en la piel.

El pueblo garífuna

El pueblo garífuna es descendiente de africanos e indígenas del Caribe y vive principalmente en Belice, Honduras, Nicaragua y Guatemala. La verdad es que nadie puede resistirse al vibrante ritmo de esta gente y a su característica música punta. Su lengua, música y danza han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Para más información sobre Centroamérica, visite www.visitcentroamérica.com.

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