La primera marcha estudiantil de 2019 en Chile acaba en disturbios con la Policía

Cientos de personas participan en una marcha estudiantil contra la ley «aula segura» este jueves, por la Alameda de Santiago (Chile). EFE
Santiago de Chile | EFE.-

Los estudiantes universitarios y secundarios chilenos protagonizaron este miércoles su primera marcha de protesta del 2019, centrada en el repudio a la ley de «aula segura», que facilita la expulsión de alumnos desde los centros educativos.

Unos 20.000 jóvenes, según los organizadores, y la mitad según la policía, marcharon a lo largo de la Alameda Bernardo O’Higgins, la principal avenida de Santiago, en una jornada que culminó con incidentes cuando grupos de encapuchados se dedicaron a destruir el mobiliario urbano y se enfrentaron con la Policía.

La autoridades informaron que a consecuencia de los enfrentamientos entre parte de los manifestantes y Carabineros (Policía militarizada) se registraron 35 detenidos, entre ellos 6 menores de edad.

Asimismo, también aclararon que 6 agentes de la Policía resultaron heridos por las piedras u objetos arrojados contra ellos por esa facción de los manifestantes.

La manifestación, replicada en otras ciudades de Chile, fue convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), que reúne a estudiantes universitarios y las dos principales agrupaciones de secundarios, los más afectados por la ley de aula segura.

Los estudiantes plantearon a las autoridades un petitorio de cinco puntos en el demandan una educación no sexista, cambios en el modelo de financiación, un plan de salud mental en las instituciones de educación superior, y espacios para la educación cívica en los distintos establecimientos.

También exigieron una solución para alrededor de 27.000 universitarios que perdieron la gratuidad por retrasarse en sus carreras.

En relación con los secundarios, el dirigente Víctor Chanfreau acusó una excesiva represión de las autoridades y cuestionó la detención, en sus domicilios la semana pasada, de seis alumnos del Liceo Darío Salas acusados de usar bombas incendiarias contra profesores en el establecimiento.

En tanto, Belén Larrondo, portavoz de la Confech, denunció una «falta de respuestas» de las autoridades ante las demandas surgidas desde el estudiantado.

«No vemos que el Gobierno esté en pos de querer avanzar, para que las medidas que han sido aplicadas de manera deficiente, como la gratuidad, mejoren, sino que aplica medidas parche constantemente, que no solucionan el profundo problema que hoy tiene la educación chilena», sostuvo.

La manifestación mantuvo cierto orden hasta las proximidades del Palacio de La Moneda, sede del Gobierno, donde aparecieron los encapuchados, que fueron reprimidos con gases lacrimógenos y chorros de agua por la Policía.

Los enfrentamientos se extendieron a calles adyacentes, en las que se interrumpió el tráfico de vehículos y numerosos comercios cerraron sus puertas.

El desorden se generalizó en los últimos tramos del recorrido, al punto que fue suspendido el acto final de la marcha, que incluía discursos de los dirigentes, cuando unos encapuchados prendieron fuego al escenario.

Otras manifestaciones estaban previstas en las ciudades de Temuco, Valdivia, Chillán, Copiapó, La Serena, Puerto Montt y Osorno, entre otras.

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