Washington, DC, (OPS).-
Las tasas crecientes de obesidad, dietas deficientes y la falta de actividad física, entre otros factores, han contribuido a que el número de adultos que viven con diabetes en la región de las Américas se haya triplicado en los últimos 30 años, según un nuevo informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El Panorama de la Diabetes en las Américas de la OPS, publicado en el marco del Día Mundial de la Diabetes (14 de noviembre), insta a los países a mejorar el diagnóstico temprano, a incrementar el acceso a la atención de calidad para el control de la diabetes y a desarrollar estrategias para promover estilos de vida y nutrición saludables.
Al menos 62 millones de personas viven con diabetes en las Américas, una cifra que se espera que sea mucho más elevada dado que alrededor del 40% de los que padecen la enfermedad no son conscientes de ello. Si se mantienen las tendencias actuales, se estima que el número de personas con diabetes en la región alcanzará los 109 millones en 2040.
El incremento en los casos de diabetes en las últimas tres décadas está relacionado con el aumento de los factores de riesgo: dos tercios de los adultos de las Américas tienen sobrepeso u obesidad, y solo el 60% hace suficiente ejercicio. El informe también señala una tendencia alarmante entre los jóvenes de la región: más del 30% se consideran ahora obesos o con sobrepeso, casi el doble de la media mundial.
«Estas altas tasas de diabetes ponen de relevancia la necesidad urgente de que los países se centren en la prevención y la promoción de estilos de vida saludables», dijo el director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OPS, el Dr. Anselm Hennis.
«Al mismo tiempo, es indispensable asegurar el diagnóstico temprano y la buena gestión de la enfermedad, fundamentales para controlar la diabetes y prevenir la discapacidad y la mala salud relacionadas con la diabetes».
El informe muestra que solo 12 países de la región disponen de las seis tecnologías básicas necesarias para la gestión de la diabetes en los centros de salud públicos. Estas incluyen: los equipos para medir la glucosa en sangre, las pruebas para el diagnóstico temprano de las complicaciones y las tiras reactivas de orina para el análisis de glucosa y cetonas.
«Es fundamental que todo el mundo, en todas partes, tenga acceso a estas herramientas básicas de diagnóstico y gestión necesarias para prevenir las discapacidades relacionadas», añadió el Dr. Hennis.
El informe también señala que las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de sufrir formas graves de COVID-19 y de morir, lo que pone de relieve la importancia de integrar la atención a la diabetes en los planes de preparación y respuesta a emergencias.
Para reducir la prevalencia de la enfermedad y permitir a los diabéticos llevar una vida más sana y evitar complicaciones, el informe pide a los países que:
- Mejoren la capacidad para diagnosticar de manera temprana la diabetes y prevengan sus complicaciones;
- Aumenten la disponibilidad y el acceso a una atención diabética de calidad, incluidos los medicamentos esenciales como la insulina, los dispositivos de monitorización de la glucosa y el apoyo a la autogestión;
- Elaboren estrategias y políticas para promover un estilo de vida y nutrición saludable y así prevenir la obesidad;
- Refuercen la vigilancia y el seguimiento para garantizar un buen control de la diabetes.
La diabetes en las Américas
La diabetes es una enfermedad metabólica crónica, caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre. La diabetes de tipo 2 es el tipo más común, que suele aparecer en los adultos cuando el organismo se vuelve resistente o no produce suficiente insulina. La diabetes de tipo 1 se produce cuando el páncreas produce poca o ninguna insulina por sí mismo.
La diabetes es la sexta causa de mortalidad en las Américas y fue responsable de más de 284.000 muertes en el 2019. También es la segunda causa de discapacidad en la región, solo precedida por la cardiopatía isquémica, y la principal causa de ceguera en personas de 40 a 74 años, de amputaciones de extremidades inferiores y de enfermedad renal crónica. Además, la diabetes triplica el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, enfermedad renal o cáncer.
Aunque la diabetes de tipo 1 no puede prevenirse, sí puede controlarse. Existen medidas para impedir la diabetes de tipo 2, como políticas y programas para promover la buena salud y la nutrición, el ejercicio regular, evitar el tabaco y controlar la presión arterial.
La OPS sigue apoyando a los países en el diseño, la implementación y la evaluación de estrategias para prevenir y controlar la diabetes. El Fondo Estratégico de la OPS trabaja para fortalecer el acceso universal a los medicamentos esenciales y a las tecnologías para el tratamiento de la diabetes en la región, permitiendo a los Estados Miembros obtener insulina a precios de bajo costo. El Pacto Mundial contra la Diabetes (PMD) de la OMS también refuerza este compromiso y proporciona una hoja de ruta para que los países aborden esta enfermedad.
El Día Mundial de la Diabetes se conmemora todos los años el 14 de noviembre, fecha del nacimiento del co-descubridor de la insulina Dr. Frederic Banting, con el fin de concienciar sobre esta enfermedad.